Los cuatro inculpados por ahora en relación con el robo del Louvre del pasado 19 de octubre, tres de ellos sospechosos de haber participado directamente en el crimen, son delincuentes residentes en la periferia de París fichados por delitos que "no responden al alto espectro del crimen organizado".

Así lo expresó la fiscal de París, Laure Beccuau, en declaraciones a la radio France Info, donde aseguró que los cuatro tenían vínculos anteriores al robo y los dos inculpados este sábado eran pareja.

Sospechosos detenidos

"Son personas cercanas, todos vivían todos en Seine Saint-Denis (a las afueras de París), dos de ellos vivían en pareja y habían tenido hijos. Tenemos perfiles no conocidos del crimen organizado pero que acaban cometiendo actos muy graves de crimen organizado", señaló.

Beccuau aseguró que, con los elementos en su poder, consideran que ya han detenido a tres de los cuatro integrantes del comando (además de a la pareja de uno de ellos, inculpada por complicidad) que provocó el robo de ocho joyas de la corona francesa, valoradas en 88 millones de euros.

La fiscal agregó que, además del cuarto integrante del comando, están buscando también a otros posibles cómplices, aunque por ahora consideran que los ladrones no contaron con compinches dentro del museo.

Sobre los dos inculpados este sábado, aseguró que de uno de ellos se encontró ADN en la grúa que sirvió para acceder al balcón de la galería Apolo por la que se introdujeron en el edificio gracias a una sierra radial. Una pista que les lleva a inducir que era uno de los miembros del comando, por lo que fue procesado por robo en banda organizada y asociación de malhechores.

En cuanto a su pareja, Beccuau afirmó que también se encontró ADN en la grúa, pero que puede ser "de traspaso", es decir, haber llegado a ese lugar a través de un objeto y no de forma directa, por lo que está procesada solo por complicidad, algo que ella niega, según aseguró su abogado.

La fiscal afirmó que los tres sospechosos de formar parte del comando tienen importantes antecedentes judiciales, la mayoría por robo y en el caso de uno cometido en París en 2015, coinciden dos de ellos. "Si comparamos sus certificados judiciales, son perfiles de personas cercanas", aseguró.

El inculpado este sábado, un hombre de 37 años que según la fiscal no quiso declarar, tenía once condenas anteriores, una decena de ellas por robo agravado, aunque también delitos de circulación vial. Otro de los inculpados tenía pendiente un juicio por robo agravado, al haber asaltado un cajero estrellando contra él un vehículo.

"Falta una persona al menos", dijo la fiscal, que no descartó que haya otros cómplices y recordó que tras el robo los cuatro integrantes del comando se fueron en moto hasta algún lugar de París donde subieron a otro vehículo relevo y no se sabe si fueron ellos quienes robaron el 10 de octubre la grúa con la que perpetraron el crimen.

Sobre el paradero del botín, la fiscal aseguró que están examinando "todas las capacidades del mercado paralelo que permitan la venta de esas joyas, que no se espera que se produzca de forma próxima".