La cuna de los faraones sigue siendo un destino imprescindible para todo viajero que se precie. Con cerca de 10 millones de habitantes -casi 25 incluida el área metropolitana-, la capital de Egipto, El Cairo, es el núcleo urbano más poblado de África y una de las principales ciudades del mundo árabe.

Vibrante y caótica a partes iguales, El Cairo es una parada obligada por varias razones. La más poderosa es la Necrópolis de Menfis, capital del imperio antiguo de Egipto, con las pirámides de Guiza y la majestuosa esfinge tallada en roca que las custodia. El conjunto que forman las pirámides de Keops, Kefrén y Micerinos -faraones de la IV dinastía- fue declarado patrimonio de la Unesco en 1979.

Sin embargo, Egipto brinda un sinfín de posibilidades más allá de este estándar, que van desde incursiones en el desierto hasta bucear en el Mar Rojo en enclaves como Hurgada, la tercera ciudad con mayor población del país.

El principal reclamo turístico de Hurgada son sus bellas playas de aguas tranquilas y cristalinas que componen un paraíso en la tierra para los submarinistas, que disfrutan de los coloridos fondos marinos de la zona.

Además de sus maravillas acuáticas, otro de los principales atractivos que ofrece este destino de la costa egipcia es el desierto, con la posibilidad de realizar excursiones surcando las solitarias dunas o bien disfrutar de una agradable cena típica en medio de un oasis de tranquilidad.

QUÉ VER

La mejor forma para conocer Egipto y sus principales destinos es contratando las excursiones a través de una agencia turística con guías en español que cuente con experiencia y seriedad. Nosotros nos decantamos por Galaxia Tours, una compañía que sueña convertirse en el principal proveedor de servicios de turismo en Oriente Medio con oficinas tanto en Egipto como en Dubái, y no nos arrepentimos para nada.

Estos son los lugares que visitamos y las actividades que realizamos durante nuestra estancia:

Necrópolis de Guiza.

Localizadas a 18 km. de El Cairo, las pirámides de Keops, Kefrén y Micerinos no solo son los monumentos más importantes de Egipto, sino también los más antiguos del mundo. Construcciones funerarias que se edificaron bajo las órdenes de faraones de diferentes dinastías. Los faraones eran momificados y se introducían en las pirámides junto con algunos alimentos y sus pertenencias más preciadas para que les acompañaran en su último viaje.

Entre los enigmas que envuelven tan preciados monumentos se encuentra el misterio de su construcción. ¿Cómo lograron desplazar los enormes bloques y cómo se logró la construcción de tan perfectas estructuras en aquella época? Por otro lado, es importante tener en cuenta que, aunque se trata de imponentes monumentos, su interior cuenta con pequeñas cámaras a las que se accede por estrechos pasadizos, por lo que no son el lugar ideal para personas a las que les agobien los lugares pequeños repletos de gente.

Gran Esfinge de Guiza.

Ubicada junto a las famosas pirámides, es uno de los grandes misterios de todos los tiempos y a lo largo de varios siglos han sido numerosas las especulaciones de los arqueólogos sobre su procedencia, su fecha de creación o su función. Se trata de una imponente escultura de unos 20 metros de altura y 70 metros de longitud, dotada de cabeza humana y cuerpo de león. Se cree que fue creada alrededor del año 2.500 a.C. 

Museo Egipcio de El Cairo.

Ubicado en un imponente edificio de estilo neoclásico construido a medida para albergar sus exquisitas colecciones, este museo fue inaugurado en el año 1902 y desde entonces no ha dejado de crecer hasta convertirse en el museo más importante en su estilo a nivel mundial.

Entre las preciadas piezas de la colección se pueden ver estatuas, pinturas, relieves y elementos funerarios entre otros numerosos objetos, aunque si hay dos áreas que destacan sobre el resto de las exposiciones. Se trata de las salas de Tutankamón, donde se exponen los tesoros que se encontraron en su tumba, y la sala de las momias, donde reposan los restos momificados de importantes faraones.

Para que los objetos de la colección puedan brillar en todo su esplendor, se ha construido el Gran Museo Egipcio, que tras más de 10 años en construcción, el museo ya ha empezado a recibir a sus primeros visitantes.

Cairo antiguo.

El Viejo Cairo es la zona más antigua de la capital egipcia, un área caótica y desordenada que conserva su encanto como si no hubiera pasado el tiempo, atrapando y enamorando a sus visitantes con sus estrechas callejuelas empedradas y llenas de vida. La parte antigua es un área cargada de historia que fue incluida en el listado de lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1979.

Gran Bazar.

El mercado de Khan El Khalili (o Jan El Jalili) es el más famoso de Egipto y de todo Oriente Medio. Su origen data del año 1382, cuando el sultán mameluco Djaharks el-Jalili decidió construir un lugar de descanso para los comerciantes. El lugar elegido fueron las ruinas de un antiguo cementerio fatimí.

El mercado se encuentra en el corazón de El Cairo islámico, en una zona amurallada con un aire medieval en la que se respira la magnificencia de la arquitectura mameluca. Se dice que hay más de 900 puestos.

En la mayoría de los puestos hablan español, al menos el necesario para llamar la atención del visitante y regatear el precio. Sin embargo, si hay algo más interesante que sus puestecillos son sus antiguos cafés, lugares frecuentados por locales y turistas donde tomar un té y fumar una shisha. El más famoso es El Fishawi, conocido como el Café de los Espejos. Abierto en 1769 y sin haber cerrado desde entonces.

Buceo en el Mar Rojo.

Ubicado al sur de la península del Sinaí, el Mar Rojo cuenta con más de 2.200 kilómetros de longitud y una anchura de más de 300 kilómetros. En torno a él se extienden numerosas poblaciones entre las que, desde el punto de vista turístico, destacan especialmente Hurgada y Sharm el-Sheij. 

El Mar Rojo es conocido a nivel mundial gracias a que fue el escenario de uno de los episodios bíblicos más importantes de la historia, en el que se cuenta cómo Moisés separó sus aguas para pasar entre ellas.

Debido a la escasa variación térmica de sus aguas a lo largo del año y a que se trata del mar más cálido del mundo, el Mar Rojo es el hogar de numerosas especies animales y vegetales que no se pueden encontrar en ningún otro destino. Cuenta con una excelente visibilidad y mantiene unas temperaturas de entre 20 y 40 grados a lo largo de todo el año, ideal para hacer buceo y snorkel.

Excursión a Lúxor.

Lúxor es la ciudad en la que se concentra el mayor número de monumentos de Egipto. El Valle de los Reyes, en el lado oeste, y los templos de Lúxor y Karnak, en la orilla oriental, forman uno de los conjuntos monumentales más grandiosos de la antigüedad. 

Las dos estatuas señoriales de quince metros de altura que representan a Ramses II sentado marcan la entrada del templo de Lúxor y permiten hacerse una idea de lo que aguarda a lo largo de sus 260 metros de columnata y vestíbulo. 

La avenida de esfinges que arranca frente al templo cubría antiguamente los tres kilómetros que lo separan del de Karnak. De este complejo, consagrado al dios Amón, destaca la inmensa sala hipóstila de 103 por 52 metros en la que se levantan 134 imponentes columnas de roca con inscripciones. 

Al otro lado del Nilo, a espaldas del Valle de los Reyes, aguarda otro templo espectacular, el de Hatshepsut. Su elemento diferencial es que está parcialmente excavado sobre la montaña y que presenta un diseño sustancialmente diferente al resto de templos de su misma época. A pocos kilómetros, el conjunto de 63 tumbas que forman el Valle de los Reyes es otro de los enclaves imprescindibles de Egipto. 

Safari en quad por el desierto.

Recorrer el mágico desierto egipcio en quad es una experiencia muy recomendable y segura, pues un monitor te guía en todo momento y está muy pendiente de ti para evitar posibles accidentes. Durante la ruta nos detuvimos varias veces para admirar la belleza y la paz que ofrece este idílico lugar.

Al finalizar, disfrutamos de una deliciosa cena buffet al más puro estilo beduino mientras el desierto nos regalaba uno de los atardeceres más espectaculares que jamás hayáis visto.