No hace falta cruzar el charco para disfrutar de destinos con encanto y diversidad cultural. Desde el aeropuerto de Vitoria, tres ciudades europeas esperan ser descubiertas. Colonia en Alemania, Bérgamo en Italia y Charleroi en Bélgica ofrecen experiencias únicas, perfectas para unas vacaciones inolvidables en cualquier época del año, incluso en verano. A tan solo dos horas de distancia en avión, con varias rutas a lo largo de la semana, estos destinos son perfectos para enriquecerse y enamorarse de su historia y cultura. ¿Con cuál te quedas?
Colonia, historia y modernidad a orillas del Rin
Colonia, situada en el oeste de Alemania, es una ciudad con una mezcla llena de historia antigua y modernidad. Fundada por los romanos en el siglo I a.C., Colonia es una de las ciudades más antiguas de Alemania y alberga una gran cantidad de sitios históricos. Uno de los iconos más reconocibles de la ciudad es la Catedral de Colonia, una impresionante estructura gótica que domina el horizonte. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, esta catedral atrae a millones de visitantes cada año. Su construcción comenzó en 1248 y se completó en 1880, y es conocida por sus dos torres que se elevan a más de 150 metros de altura.
Colonia es una de las ciudades más antiguas de Alemania y alberga una gran cantidad de sitios históricos.
Colonia también es famosa por sus museos. El Museo Ludwig, ubicado cerca de la catedral, alberga una extensa colección de arte moderno y contemporáneo, incluyendo obras de Picasso, Warhol y Lichtenstein. El Museo Romano-Germánico ofrece una visión profunda de la historia romana de la ciudad con una colección de artefactos y mosaicos. La vida en Colonia no se limita a sus tesoros históricos. La ciudad es un centro cultural dinámico con una escena artística y musical que no deja a nadie indiferente. Asimismo, cada año, Colonia acoge el carnaval más grande de Alemania, conocido como “la quinta estación del año”, que atrae a miles de personas con sus desfiles, música y disfraces repletos de color.
La ciudad es un centro cultural dinámico con una escena artística y musical que no deja a nadie indiferente.
Colonia es también un destino ideal para los amantes de la gastronomía. La ciudad cuenta con una variedad de restaurantes y cervecerías que ofrecen platos tradicionales alemanes, como el Himmel un Äd (cielo y tierra), una combinación de puré de patatas, compota de manzana y morcilla. Las cervecerías locales, conocidas como Brauhaus, son lugares perfectos para degustar la cerveza Kölsch, una cerveza ligera y refrescante típica de la región.
Bérgamo, entre lo antiguo y lo moderno
Bérgamo, situada en la región de Lombardía en el norte de Italia, es una ciudad de contrastes entre lo antiguo y lo moderno. La ciudad está dividida en dos partes: la Ciudad Alta (Città Alta) y la Ciudad Baja (Città Bassa), cada una con su propio carácter y encanto.
La Ciudad Alta es el corazón histórico de Bérgamo, situada en una colina y rodeada de murallas venecianas que datan del siglo XVI. Pasear por sus calles empedradas es como viajar en el tiempo. La Piazza Vecchia, la plaza principal, está rodeada de edificios medievales y renacentistas, incluyendo el Palazzo della Ragione y la Torre del Campanone, desde donde se puede disfrutar de una vista panorámica de la ciudad y las colinas circundantes.
La Basílica de Santa Maria Maggiore es otro de los tesoros arquitectónicos de Bérgamo. Construida en el siglo XII, esta iglesia destaca por su impresionante interior barroco y los frescos que adornan sus paredes. Justo al lado se encuentra la Cappella Colleoni, una capilla del siglo XV dedicada al condotiero Bartolomeo Colleoni, con una fachada de mármol ricamente decorada.
La Ciudad Baja es la parte más moderna de Bérgamo, con amplias avenidas, tiendas elegantes y una animada vida nocturna
La Ciudad Baja es la parte más moderna de Bérgamo, con amplias avenidas, tiendas elegantes y una animada vida nocturna. Aquí, los visitantes pueden disfrutar de una amplia oferta de restaurantes y cafés que sirven cocina italiana tradicional, incluyendo la famosa polenta, un plato de harina de maíz que se puede acompañar con carne o queso.
Además de su patrimonio histórico y cultural, Bérgamo es una puerta de entrada a los Alpes italianos. Los alrededores de la ciudad ofrecen oportunidades para practicar senderismo, ciclismo y otras actividades al aire libre. El cercano Lago de Iseo es un destino popular para los amantes de los deportes acuáticos y los que buscan un lugar tranquilo para relajarse.
Descubre la transformación de Charleroi
Charleroi se encuentra en la región de Valonia en Bélgica y es una ciudad que ha transformado su pasado industrial en una vibrante escena cultural. Conocida anteriormente por su industria del carbón y el acero, Charleroi ha experimentado un renacimiento en las últimas décadas, convirtiéndose en un destino interesante para los viajeros curiosos.
Uno de los aspectos más destacados de Charleroi es su arquitectura industrial, que refleja su rica historia. La Torre de la Federación de Mineros es un monumento impresionante que rinde homenaje a los trabajadores del carbón. Las antiguas minas, algunas de las cuales se pueden visitar, ofrecen una visión fascinante del pasado industrial de la región.
El centro de la ciudad alberga varios museos que exploran diferentes aspectos de la historia y la cultura de Charleroi. El Museo de Bellas Artes de Charleroi cuenta con una colección diversa que incluye obras de arte contemporáneo y moderno, mientras que el Museo de la Fotografía, uno de los más grandes de Europa, presenta exposiciones temporales y permanentes que abarcan desde la fotografía histórica hasta la contemporánea.
Charleroi también es conocida por su arte callejero. Los murales y grafitis que adornan las paredes de la ciudad son obra de artistas locales e internacionales, y forman parte de un esfuerzo por revitalizar el paisaje urbano. Un recorrido a pie por Charleroi revela una serie de estas obras, que añaden color y vitalidad a la ciudad.
La gastronomía en Charleroi refleja la herencia multicultural de la región. Los restaurantes y cafés ofrecen una mezcla de cocina belga tradicional y platos de influencia francesa e italiana. Las especialidades locales incluyen los mejillones con patatas fritas, una combinación clásica belga, y la carbonade flamande, un estofado de carne cocinado en cerveza.
Esta ciudad también es un punto de partida ideal para explorar otras partes de Bélgica. La urbe está bien conectada por tren y carretera, lo que facilita las excursiones de un día a urbes belgas tan populares como Bruselas, Brujas o Gante.
Además, los parques y reservas naturales en los alrededores de Charleroi ofrecen oportunidades para practicar senderismo, ciclismo y otras actividades al aire libre.