Jóvenes voluntarios de Cáritas se encuentran con otros voluntarios para charlar y comprobar como esta experiencia está transformando vidas: la de las personas que ayudan y la suya propia.

En este vídeo interviene Rodrigo que manifiesta: "Para mí un abrazo es más que un gesto físico, es el sentirse arropado. Y eso es lo que hacemos: les dedicas tiempo, vas a estar con ellos y se sienten abrazados". Por otra parte, Lorea señala: "Cuando ves a niños que están en situaciones difíciles y que pueden tener campamentos como éste, en el que pueden ser niños, olvidarse un poco de su situación y que se van alegres después de abrazarte es mucho más gratificante que cualquier palabra que te puedan decir".