Llevar un ritmo de vida acelerado puede acabar pasando factura a nuestra salud física y mental. El rostro refleja nuestro estado de salud y de ánimo y, como se suele decir, los ojos son el espejo del alma. A través de nuestra mirada transmitimos emociones, miedos, respeto, calma… y va a decir mucho de quiénes somos.

Cuando nos relacionamos con otras personas lo primero que buscamos es su mirada. En ella encontraremos la información para saber cómo interactuar. Las personas que no miran a los ojos nos suelen generar una cierta desconfianza.

Precisamente, por la importancia que tiene la mirada, hay un aspecto físico que nos puede causar más de un quebradero de cabeza: las ojeras. Su presencia en el rostro denota cansancio, estrés y agotamiento dando a la mirada un aspecto triste.

Tenemos que saber que las ojeras pueden deberse a dos causas. Pueden aparecer por una pigmentación, un oscurecimiento de la piel debajo del ojo, que puede tener un origen hereditario o un daño causado por la luz del sol en nuestra piel. Otra causa es una dilatación de las venas que tenemos debajo de los ojos, las cuales se oscurecen a causa del cansancio, alergias u otras causas.

Hay que tener en cuenta que la piel de debajo del ojo es más fina que en ningún otro lugar del cuerpo, por lo que es más fácil ver los vasos sanguíneos por debajo de ella.

¿Cómo podemos saber a qué causa de las dos se deben nuestras ojeras? Es fácil, solo tienes que levantar con suavidad la ojera. Si el color de la piel sigue siendo marrón, será una pigmentación natural (hereditaria o piel dañada por el sol). Sin embargo, si su color mejora al levantar la piel, la causa será la inflamación de los vasos sanguíneos por el agotamiento que arrastras.

Estrés, ansiedad, anemia, alimentación desequilibrada, problemas de circulación, retención de líquidos, problemas hormonales y genética son algunos de los factores que desencadenan las ojeras.

Si tus ojeras se deben a un factor hereditario, la mejor solución es un tratamiento cosmético o camuflarlas bajo el maquillaje y el contorno de ojos.

Si las causas hay que buscarlas en otros factores como la prolongada falta de sueño, el cansancio o el agotamiento físico y mental puedes prevenirlas con un sueño reparador y bebiendo abundante agua. Es importante dormir con la cabeza más alta que el cuerpo.

Remedios caseros y cosméticos pueden ayudarte a reducir las ojeras e incluso, si no son demasiado resistentes, a eliminarlas del todo. Se recomienda utilizar crema de contorno de ojos a partir de los 25 años.

Además, una dieta nutritiva y antiinflamatoria, rica en fruta fresca, vegetales, productos integrales, proteínas magras y grasas saludables puede mejorar nuestras ojeras. El vino tinto y la cafeína no ayudan. El tabaco, la obesidad y el colesterol, tampoco.

Las alergias, tener una piel muy fina, consumir mucha sal, el inevitable paso de los años, no proteger la zona con crema solar o con gafas de sol, e incluso el manejo de móviles y otras pantallas también pueden hacer que las ojeras acaben ensombreciendo nuestra mirada.

A continuación te ofrecemos diez remedios caseros para combatir las ojeras.

- Té negro y manzanilla. El té negro y la manzanilla reducen la inflamación y aportan antioxidantes a la piel. Ponte dos bolsitas frías de cualquiera de las dos plantas sobre los ojos durante diez minutos dos veces por semana.

- Leche. Ayuda a disminuir la inflamación. Moja dos almohadillas en leche, escúrrelas y ponte una en cada ojo durante 5 o 10 minutos.

- Agua. Si tienes la piel muy sensible y solo soporta el agua, colócate dos discos de desmaquillar con agua fría sobre las ojeras. El agua es importante por fuera pero también por dentro. Hay que beber mucha agua para tener la piel hidratada.

- Aceite de almendras. El aceite de almendras mejora la circulación sanguínea: date un suave masaje en la piel que rodea los ojos con unas gotas de aceite, realizando movimientos siempre de dentro hacia fuera. Es muy hidratante y se absorbe rápidamente, sin obstruir los poros.

- Pepino. Calma la piel, reduce la inflamación y gracias a las vitaminas que contiene aporta una fuerte hidratación ideal para combatir las ojeras. Debe estar frío, así que mételo un rato en el congelador. Cortas dos rodajas y, con la piel limpia, te las colocas sobre los ojos cerrados. Mantenlas durante 15 minutos y vete cambiándolas conforme se calienten.

- Patata. Tiene un fuerte poder antiinflamatorio. Puedes aplicarla directamente en rodajas o hacer una mascarilla con patata, pepino, té verde y aceite de oliva.

- Aloe vera. Las propiedades que esta planta tiene para la piel son numerosas. Su poder antiinflamatorio y sus propiedades hidratantes hacen de ella un remedio perfecto para las ojeras. Si tienes una planta en casa no dejes de utilizar el gel que tiene en el interior de sus hojas para combatir las ojeras.

- Gafas de gel y cucharas frías. Las gafas de gel de efecto frío para los ojos ayudan a estrechar los vasos linfáticos y sanguíneos de la zona de los ojos. Se guardan en el frigorífico y ayudan a reducir la hinchazón. Otra opción es meter dos cucharas en el congelador durante unos minutos y luego ponértelas en los ojos. El metal es un buen transmisor térmico que, al colocarlo frío sobre la piel, causa un efecto vasoconstrictor, reactiva la circulación sanguínea y reduce el oscurecimiento y la hinchazón de las ojeras.

- Alimentación. La falta de hierro es una de las causas de las ojeras. Puedes combatirla reduciendo la ingesta de sal y consumiendo carnes rojas, verduras de hoja, cítricos y yemas de huevo.

- Medicina natural. Las sales de Schüssler combaten las ojeras compensando la falta de minerales del organismo.

Si los remedios naturales no solucionan tu problema siempre puedes recurrir a otro tipo de tratamientos con láser, botox… Para ello debes ponerte en manos de un dermatólogo que estudie tu caso y te dé la solución que necesitas.