Un avión haciendo el ruido de un secador de pelo. Ese es el resultado de un estudio realizado en la Universidad de Bath, en Inglaterra, en el que han conseguido crear un aerogel con una densidad tan baja que podría usarse como aislamiento dentro de los motores de los aviones para reducir el ruido hasta los 16 decibelios, reduciendo el estruendo de de un motor a reacción que despega con un rugido de 105 decibelios a un sonido de unos 16 decibelios, como un secador de pelo.

El aerogel, hecho de óxido de grafeno y alcohol polivinílico, pesa solo 2,1 kilogramos por metro cúbico. Para hacernos una idea, un aislante sonoro convencional, como la espuma de poliéster pesa 32 kilogramos por metro cúbico.

El profesor Michele Meo, que dirigió la investigación, dice en el comunicado: "Este es un material muy interesante que podría aplicarse de varias maneras, inicialmente en la industria aerospacial, pero también en otros muchos campos, como el transporte marítimo o la construcción".

En ese mismo comunicado, el equipo investigador compara la elaboración del aerogel con la preparación del merengue: "En un nivel muy básico, la técnica se puede comparar con batir claras de huevo para crear merengues: es sólido pero tiene mucho aire, por lo que no hay penalización de peso o eficiencia para lograr grandes mejores en la comodidad y el ruido".

Este nuevo aislante mejoraría el bienestar de los pasajeros de avión y podría estar en uso en 18 meses aproximadamente.