El dragón de Komodo (Varanus komodoensis) el lagarto más grande del mundo, dotado de unas capacidades de supervivencia literalmente bíblicas, acaba de entrar en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), por estar cada vez más amenazada por los impactos del cambio climático.

La especie, que ha pasado de considerarse “vulnerable” a “en peligro”, es endémica de Indonesia y se encuentra únicamente en el Parque Nacional de Komodo, declarado Patrimonio de la Humanidad, y tambiñen en la vecina isla Flores.

Los dragones de Komodo pueden llegar a medir 3 metros y pesar hasta 90 kilogramos. Otra de sus particularidades reside en que puede detectar a sus presas desde hasta 12 kilómetros de distancia y su saliva es muy venenosa, lo que puede impedir la coagulación de sangre.

Cambio climático y subida del nivel de agua

El cambio climático y el aumento de las temperaturas provocarán en un futuro que el hábitat del dragón de Komodo se reduzca en “al menos el 30% en los próximos 45 años”, ha asegurado la UICN. Esto se debe a que el calentamiento global producirá aumentos en el nivel del mar y privará a este animal de su hábitat natural.

Si bien la subpoblación del Parque Nacional de Komodo se encuentra actualmente estable y bien protegida, los dragones de Komodo que viven fuera de las áreas protegidas en la isla Flores también están amenazados por una pérdida significativa de su hábitat debido a las actividades humanas en curso.

La lista roja de la UICN clasifica la biodiversidad del planeta desde 1964. Además del dragón de Komodo, se ha actualizado el estado del atún con buenos resultados: de sus siete especies más pescadas, cuatro de ellas han aumentado sus reservas.