El poder de los logotipos vuelve a la carga esta temporada estival. Tras unos años en los que el abuso de presumir de marca consiguió que incluso se llegara a aborrecer esta tendencia, parece que las tornas han cambiado y toca un regreso.

Son las marcas más prestigiosas del mercado las que más apuestan por los diseños cubiertos con sus nombres o iniciales: Chanel con su doble C, el laberinto de Balmain, las dos efes invertidas de Fendi, la doble G de Gucci... Parece que todas invitan al consumidor a presumir de sus compras, de diseños de prestigio y calidad fácilmente reconocibles.

'Look' de Balmain y su famoso logo en forma de labertinto.

Tan lejos se está llegando en esta ocasión que algunas marcas como Chanel han logrado llevar la logomanía a una nueva dimensión, y en su última colección Crucero 2022 las modelos lucieron el emblema de la marca en todo tipo de accesorios, como pendientes, collares, horquillas, piercings, diademas... Toda una declaración de intenciones.

Sin embargo, esta tendencia no solo está presente en las casas más lujosas, sino que otras más asequibles para el gran público también siguen esta estela y le hacen un guiño con el objetivo de lograr iguales resultados: prestigio y que el consumidor presuma de las últimas compras de su armario. Levi's, Lois, Bimba y Lola, Mango...

Una de las nuevas sudaderas lanzadas por Vogue.

La lista es interminable, y a ella se suma ahora una de las marcas editoriales más famosas en el sector de la moda: Vogue. Esta empresa acaba de crear y lanzar una pequeña colección de sudaderas (su precio ronda los 130 euros) y prendas de chándal confeccionadas con algodón de origen orgánico cuya producción se realiza bajo pedido. Parece que las famosas letras de la revista van a convertirse en un nuevo icono de la cultura pop.