AUNQUE la tendencia delmercado amenaza conconvertirlos en una especieen extinción, aún quedan algunosresistentes fieles a las esenciasdel concepto todoterreno. En esaescasa disidencia del monocultivoSUV destaca Suzuki, que predica conel ejemplo y lanza ahora una nuevaremesa del Jimny. El genuino 4x4 debolsillo se postula como uno de losúltimos refugios para quienes siguenbuscando un vehículo fiable, asequibley resolutivo, ya sea dentro o fueradel pavimento.

El constructor japonés sigue tirandodel hilo de un proyecto que llevaen activo todo lo que va de siglo.A punto de cumplirse veinte añosde su estreno, el Jimny renuevaimagen y contenidos sin desviar elrumbo. El objetivo de la reforma esasimilar algunos refinamientoscontemporáneos, tanto tecnológicoscomo ornamentales, paraseguir suscitando el interés de unpúblico tan concreto como entendido.Sus destinatarias son personasque residen, trabajan o simplemente pasan su tiempo de ocioen contacto con la naturaleza osometidos a los rigores del clima.Por ello, precisan un vehículo capazde echarse al monte con garantíasy, como es el caso, a un coste sensato.

El pequeño Jimny cumple a la perfeccióntales requerimientos. El levecrecimiento que experimenta lanueva generación no es lo bastantesignificativo como para considerarloun aumento de talla. Su carroceríade dos puertas y portón trasero,con la siempre engorrosa aperturalateral y la rueda de recambiocolgada, mide 3,65 metros de largo,más o menos como antes. Laanchura gana cinco centímetros(ocupa 1,65 m.) y otros tantos laaltura (1,725 m.). La distancia entreejes es idéntica (2,25 metros), porlo que no cabe esperar un aumentoperceptible de la habitabilidad,justita para cuatro ocupantes conmuy poco de equipaje (tiene 83litros de maletero).

Así pues, el Jimny no es ni pretendeser otra cosa que una alternativareal a un utilitario, pero uno idóneopara quien precise desenvolversepor rutas escarpadas y pocotransitables. Ahí es donde el pesoligero de Suzuki demuestra que,además de una estética coqueta yresultona, brinda un notable desparpajoa la hora de trepar. A tal fincontribuyen sus buenas cotas todoterreno:21 cm. de altura libre, 37ºde ángulo de ataque, 28º de ánguloventral y 49º de ángulo de salida.

También lo hace de manera decisivala combinación de un sistemade tracción integral de los de verdad,conectable y con caja reductoraincluida, y un voluntariosomotor de gasolina de 1,5 litros. Los 102 caballos que aporta este bloquede cuatro cilindros son potenciamás que suficiente para garantizarunas reacciones alegres. El propulsorse vincula a caja de cambiosmanual de cinco velocidades; laexcepción la aporta una variantedel acabado intermedio, que va provistade transmisión automática decuatro relaciones.

El Jimny gana prestancia por lavía del diseño, sobre todo externo.La ambientación interior gana puntoscon la nueva configuración delsalpicadero, dominado por unapantalla táctil. Pero Suzuki no seconforma con eso y mejora un pocolos materiales plásticos empleadosen la confección del modelo, queahora dan sensación de mayor consistenciay durabilidad.

Las dotaciones de serie del modeloprogresan de forma paralela. Lamarca ha decido prescindir de laversión básica (Ranger) paracomercializar las tres puestas enescena superiores, JX, JLX y Mode3,pertrechadas con creciente generosidad.En función de la elegida, elJimny puede incorporar distintoselementos: bola de remolque, programadorde velocidad, radio-CDcon mp3, asientos delanteros calefactables,faros LED, cristales oscurecidos,sistema de reconocimientode señales, frenado automáticode emergencia, alerta de abandonoinvoluntario de carril, cambio inteligentede luces, etc.