MOSCÚ. El chamán Alexandr Gábishev, que lleva medio año cruzando a pie Rusia para llegar en 2021 a Moscú y "expulsar" al presidente Vladímir Putin, fue detenido en una localidad siberiana, según medios locales. Gabishev fue arrestado en la frontera entre la república de Buriatia y la región de Irkutsk, en Siberia Oriental. "Llegaron dos furgones con policías, que le atraparon y le metieron dentro del vehículo con su carrito, con pertenencias personales, para llevarlo en dirección a Ulán Udé (capital de Buriatia)", dijo uno de los seguidores del chamán que se encontraba con él en el momento de la detención. El chamán, de 51 años, comenzó su caminata a pie desde el Extremo Oriente ruso hacia Moscú el pasado marzo y hasta ahora había recorrido cerca de 3.000 kilómetros. El objetivo final de su viaje consistía en "expulsar" a Putin una vez que llegara a Moscú.

En una de sus entrevistas, el chamán contó que había emprendido el viaje con 3.000 rublos (unos 45 euros) en el bolsillo, pero la gente que se cruzaba en el camino comenzó a ayudarle, lo que finalmente fue clave para que pudiera costear los gastos de su expedición. Gabishev, con sus largas barbas y su discurso de profeta, aseguró que solo atiende la llamada de la naturaleza. "Dios me dijo que Putin no es un hombre sino un demonio y que debo exorcizarlo", declaró varias veces el chamán a los medios rusos, donde explicó que su objetivo es formar un "ejército" de seguidores que le ayude en su tarea. "No puede haber democracia con un demonio", suele decir el hombre, que se define como cristiano y como "preservador" de las tradiciones del pueblo yakut. En algunas comunidades culturales y religiosas de Siberia, los chamanes son figuras muy extendidas y respetadas, y se cree que tienen acceso a otros niveles de conciencia espiritual.