Al oir Shoji Morimoto, pensarás que se trata de algún actor, músico o político japonés. Pero la realidad es que en Japón es toda una celebridad. En sus redes sociales suma ya más de 270.000 seguidores. Morimoto se alquila para hacer compañía, pero no al modo 'tradicional' o de carácter sexual.

Él se 'alquila' para conversar, acompañar en las actividades diarias, comer con una persona. Lo mejor de todo, que cobra por ello. Un emprendedor cuanto menos atípico, y muy original.

El catálogo de servicios del emprendedor Morimoto, que no cuenta tan siquiera con una página web, es tan amplio como las necesidades que sus clientes puedan tener. La única condición que se ha de cumplir, además de contactarle a través de mensaje privado de Twitter, es pagar los 80€ que cuesta su 'compañía' y las dietas en concepto de comida y viaje. En ningún momento acepta temas que trasciendan la mera compañía.

Shoji Morimoto nunca pensó en convertirse en un emprendedor. Estudió Física y trabajó durante varios años en puestos que no le hacían feliz. Vigiló terremotos y sus efectos en los edificios y después probó a trabajar en una editorial. Allí su vida cambio por completo: descubrió que aquello no era lo suyo.

Tal y como publica este emprendedor en sus redes sociales a modo de diario, cada día recibe al menos dos solicitudes, cuando no alguna más: acompañar a la gente a ir al supermercado, a comer, a cenar o simplemente para pasar un rato y no estar solo. La soledad, que es una de las lacras de la sociedad japonesa, estaría detrás del éxito de este emprendedor.

Empezó con 35 años, y ahora con 37, y un hijo a su cargo, asegura que su particular negocio le da para mantener a su familia. Es más, ha aprovechado su experiencia con los diversos clientes para escribir un libro. De momento, parece que esta aventura le hace feliz y asegura que puede llevar una vida más plena.