El médico brasileño Marcos Fonseca instaló un hospital improvisado en su propia casa para salvar a su madre enferma de covid al no haber podido encontrar una cama UCI debido al colapso sanitario que afecta al país.

Los hechos sucedieron en enero, cuando su madre Ruth, de 56 años, cayó gravemente enferma de coronavirus y la impotencia se adueñó del joven médico al no poder encontrar una plaza en la unidad de cuidados intensivos para su madre.

Desesperado tras esperar cuatro horas en urgencias, decidió improvisar un hospital en casa para atender a su madre. "Era desesperante, tuve miedo de que mi madre muriera en mis brazos, en una silla de plástico. En un impulso la tomé del brazo, la puse en el auto y volví a casa", relató el médico. El joven llamó a todos sus amigos y antiguos pacientes y se hizo con un tanque de oxígeno y un ventilador mecánico.

La mujer necesitaba ser intubada, pero con los medios disponibles esto no era posible, por lo que Fonseca optó por intentar un mantenerla viva con un catéter nasal y un aparato de nebulización, cosa que logró. Tras cuatro días sin apartarse de su madre, la situación de esta comenzó a mejorar hasta acabar por recuperarse de la enfermedad.

La ciudad de Manaos, donde reside Fonseca, vivió escenas de auténtico horror durante los pasados meses. En la primera mitad del mes de enero, se registraron más de 2000 hospitalizaciónes, y se batieron récords de fallecimientos. Tuvieron que cavarse fosas comunes y camiones frigoríficos conservaban los cuerpos de los fallecidos en las salidas de los hospitales.

Sin querer llevarse el mérito de haberla salvado, Marcos piensa que lo que realmente ayudó a su madre fue "su voluntad de vivir y la obra divina", pues "es un verdadero milagro que ella siga con vida".