Cerca de cinco mil polluelos de flamenco han aparecido muertos esta semana en un lago de la provincia de Konya, en el centro de Turquía, cuyas aguas han sido explotadas para las obras de varias construcciones, reduciendo el alimento de muchos animales.

Los cuerpos inertes de miles de pichones casi recién salidos los huevos aparecieron este miércoles sobre las aguas de Tuz, el segundo mayor lago turco, en unas imágenes tomadas desde un dron y transmitidas por la emisora HalkTv.

"La naturaleza tiene un equilibrio. Si se usa el agua en exceso para construir sin tener en cuenta ese equilibrio, las fuentes de alimento del lago disminuyen", explicó el geólogo Erhan Içöz al citado canal de televisión.

"La única razón de la muerte de estos flamencos es que se ha usado el agua para la construcción de presas y para fuentes. Trabajo en la región desde hace ocho años y nunca antes había visto un flamenco muerto", declaró por su parte Fahri Tunç, fotógrafo de naturaleza.

El lago Tuz, a donde cerca de 22.000 flamencos migran cada año para pasar el período de incubación entre la primavera y el verano, está reconocido por la Unesco por su fauna y vida silvestre.

El lago alcanza medio metro de profundidad en la mayoría de su extensión y en primavera se expande hasta cubrir un área de 1.600 metros cuadrados.