Dice que capta a la primera el humor español, que no tiene preferencia de idiomas a la hora de trabajar, y que se siente tan cómodo en inglés como en castellano. Es un guardaespaldas en la comedia de Movistar+ Nasdrovia, pero aclara que solo se trata de un malo de fachada, que tiene su corazoncito y que es muy emocional. Lo mismo le ocurre en la última historia que ha grabado y que está protagonizada por Carmen Maura, Deudas, donde vuelve a ser el perro fiel de su jefe y le defiende a muerte. Se ríe cuando escucha que su aspecto musculoso y tatuado impone. Él replica que no, que es un hombre emocional y buena gente, aunque ha sido boxeador y portero de discoteca. Un día se animó a dar a su vida un sentido creativo y buscó en Google las posibilidades que tenía para ser actor. Hablamos con él de sus personajes... y de muchas otras cosas.

¿Cómo es Sergei en Nasdrovia?

- Es un miembro de la mafia rusa en Madrid, su jefe es Boris y a él le toca hacer del malo de la película. Trabaja para Boris, el jefe. En esta serie soy el malote, pero a la vez el personaje tiene un punto tierno y cariñoso que despierta la empatía.

¿Es un buen trabajo ser de la mafia rusa?

- En la serie no, es un trabajo muy estresante y agotador. Tienes que proteger a su jefe y a los amigos del jefe, así que no paras.

Trabaja a la par entre Gran Bretaña y España, ¿le resulta más cómodo interpretar en inglés que en castellano?

- Para mí es lo mismo. Llegué a España con ocho años y he vivido aquí durante veinte. De pequeño fui aquí al colegio y hablo castellano desde hace mucho tiempo. Comprendí el humor español con mis amigos de cuando era niño. Creo que hablo los dos idiomas a la par.

¿Y dónde prefiere vivir, en Alicante o en Londres?

- Me gustan mucho los dos sitios, pero el solecito que hace aquí da mejor calidad de vida. Me gusta el mar y poder bañarme sin congelarme de frío.

Su currículo laboral es muy variado, pero al final se decidió por la interpretación.

- Hace diez años me fui a Inglaterra. Boxeaba y me tiré un tiempo trabajando de portero de discoteca, pero siempre quise hacer algo creativo con mi vida. El cine es algo que me gustaba mucho y pensé en intentar hacer algo al respecto. Me metí en Google y busqué clases de principiante para actores y aquí estoy, hablando contigo.

¿De verdad? ¿Buscó la solución a su vida en internet?

- No te extrañes, muchas cosas surgen a través de Google. Empecé a ir a una academia en Liverpool y le cogí el gusto y el truco a la interpretación. Comencé haciendo teatro amateur, estuve en el festival de Edimburgo y después me fui a Manchester con un profesor, Davis Johnson. Luego he seguido preparándome. La verdad es que probé a ser actor, me encantó y ahora tengo la suerte de poder ganarme la vida actuando.

Tiene usted un físico muy determinado, ¿cree que es lo que marca sus personajes?

- Ja, ja, ja€ Cuando me ven y se fijan en mi físico siempre les doy la apariencia de ser un hombre adecuado para hacer un papel de malo. Es que doy miedo, ¿no te parece?

No lo sé, no estoy segura de que dé miedo, pero reconozco que impone.

- En Inglaterra los papeles que me salen pueden ser de hombre serio o de malo, pero serio. En España mi físico me abre muchas puertas para la comedia, aunque siempre me dan el papel de duro, de matón de la mafia. Lo que pasa es que en la comedia puedo demostrar que también tengo mi corazoncito y que soy un actor muy versátil. Estoy demostrando lo emocional que puedo llegar a ser. Es que soy muy tierno, ¿no lo parezco?

Tiene un físico de hombre cuadrado, puro músculo y todo lleno de tatuajes, así que ternura no inspira.

- ¡Vaya! Ja, ja, ja€ Es raro y por eso creo que cuando la gente descubre que puedo tener sentimientos se queda con la boca abierta. Pienso que eso gusta porque no se lo esperan, pero no creas, tengo que demostrar que soy capaz de sacar mi parte emocional, porque cuando me ven piensan que solo voy de un palo, de malo, de duro. Cuando ven que sabes mostrar las emociones y que también llevo dentro la comedia, que el humor español lo tengo y no se me escapa ninguna, me abren las puertas y me dan oportunidades.

Como portero de discoteca su físico impresionaría...

- Es un trabajo como cualquier otro. Tú estás allí para la seguridad de la gente y siempre ayuda tener una imagen potente, pero cuando los clientes te conocen y saben lo buena persona que eres, que tengas músculos muy desarrollados es lo que menos importa.

Era boxeador, un deporte agresivo.

- Eso según lo mires. Aprendí en un pueblo de Alicante cuando tenía 17 años. Me gusta mucho y no tiene por qué ser agresivo. Si juegas limpio es un gran deporte.

A usted le partieron la nariz en un combate.

- Y otros se rompen la pierna jugando al fútbol€

Está también en el elenco de una nueva serie, Deudas.

- La acabamos de terminar ahora mismo. Estoy encantado de hacer un personaje rodeado de actores muy buenos. Soy el guardaespaldas de la familia De la Vega, él es el perro fiel de doña Consuelo, la jefa de uno de los dos clanes de esta historia. Ha sido exagente de la KGB, es muy sentimental, tiene particular querencia por los refranes y las metáforas y habla un español lamentable.

Sergei en Nasdrovia y Andrei en Deudas. Es usted un británico criado en Torrevieja al que le vemos casi siempre haciendo de ruso.

- Sí. Debo parecer eslavo o ruso. Es curioso, pero son los papeles que me dan. Espero que en un futuro me encuentren personajes que no sean tan determinantes. Me gustaría hacer cosas hablando con mi acento torrevejecense. De ruso no tengo nada, mi abuelo era islandés y de hecho tengo también la nacionalidad de Islandia. Lo que sea, pero a la hora de interpretar me ponen de ruso.

Mantener ese cuerpo tan musculado llevará trabajo...

- Todos los días hago veinte kilómetros de bici y por las noches 45 minutos de gimnasio, aunque con la edad que tengo no entreno como lo hacía antes.

¡Pero si solo tiene 37 años!

- Ya, pero cuando era joven entrenaba a lo bestia. Ahora consigo mantener las grasas bajas haciendo bicicleta. Como actor es muy importante cuidarse durante todo el año y estar preparado para cualquier personaje que te pueda llegar. De todas formas, valoro el físico y lo cuido, pero si tengo que engordar para un papel lo hago, y también adelgazaría. Considero que el ejercicio es parte de mi trabajo.

Y también se cuidará en la alimentación.

- Lo procuro, lo procuro. Cuido el estómago igual que los músculos. Soy de alimentación sana, pero de vez en cuando también caigo en las tentaciones y me como alguna guarrería de esas que saben buenísimas, aunque dicen que no hay comerlas por lo del colesterol, el azúcar y esas cosas. Pero yo también peco, solo de vez en cuando, y luego quemo esos pecados en el gimnasio.

¿Cómo anda de proyectos?

- Tengo uno de José Luis Moreno. Se llama El resplandor y las tinieblas. Tengo un personaje que sale en dos capítulos, Atila, y estoy esperando a empezar el rodaje. Es una serie histórica.

¿Puede vivir de ser actor?

- Desde hace poco tiempo puedo vivir bastante bien de esta profesión. Tengo claro que hay que llevarse bien con el dinero y no hay que gastárselo a lo tonto. Siempre tienes la tentación de un capricho cuando las cosas te van bien, pero hay que saber decirse a uno mismo que no.