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Por la senda de Durandal (Luzaide / Valcarlos - Zubiri)

Se hace difícil no emocionarse cuando iniciamos esta aventura e imaginamos las experiencias que quisiéramos que nos deparara el Camino

Por la senda de Durandal (Luzaide / Valcarlos - Zubiri)José Antonio Cruz.

Luzaide-Valcarlos

Paseamos la vista y la memoria, y descubrimos

a los soldados de Carlomagno ramoneando por el lugar y embelesados

por el paisaje. Así debían estar seguramente, y no oyeron las

llamadas atronadoras que les enviaba Roldán con su Olifante,

porque un pequeño ejército de lugareños les estaba dando pal

pelo, un poco más arriba, en Ibañeta.

Yo bajé y subí, y mi acompañante me espetó: "Este camino es promiscuo

a los mareos", toda una lección de sabiduría popular. Niebla

mañanera, sol, altura, la regata Luzaide invadiendo la brecha

que hizo Carlomagno con su espada Durandal para abrir en el Pirineo

el Camino a Compostela. Otras regatas como Txapitel, Muxarreta,

Arbanta, Zubibeltz, Asundegi, Udasoro, Infernuko erreka y Azoleta,

bajan de los montes y alimentan al Luzaide, cuyas aguas, después

de llegar a La Nive y al Adour, irán a renacer con un abrazo

al océano en Baiona.

Todo lo que vemos y sentimos nos hace pensar en leyendas. Una

de ellas afirma que hay en la cima de la montaña un hada benéfica

llamada Maitagarri que posee en la cumbre un palacio y un jardín

encantados. Este hada tiene amores con el bello pastor Luzaide.

Por estos parajes descubro a Sancho VII El Fuerte, de viaje a

Burdeos para acompañar a su hermana doña Berenguela en el Ducado

de Aquitania (desde el Adur-Bayona- hasta el Loira -Nantes-),

ya que su cuñado Ricardo Corazón de León, como se dedicaba preferentemente

a las Cruzadas y sus labores, tenía un poco desatendidas sus

obligaciones políticas. Seguramente se traería buenos vinos de

Burdeos y del Valle del Loira y disfrutaría de la cocina popular

del Sudoeste francés, y se llevaría la estupenda gastronomía

navarra a esa parte de Francia. Y también por aquí entró en Navarra

su sobrino Teobaldo I, hijo de Blanca y del conde Thibaut de

Champagne y de Brie, que es ungido rey sucesor a pesar de que

Sancho El Fuerte y Jaime I de Aragón habían realizado años antes

un testamento de hermandad. Este Teobaldo, llamado El Trovador,

seguramente se traería sus mejores vinos de la Champaña y la

variedad de uva Chardonnay que llevó desde Chipre a la tierra

de sus padres.

Orreaga / Roncesvalles

Y nos topamos con Ibañeta y estamos a punto

de tocar el cielo. Recorremos el mismo camino que anteriormente

llevaron francos, ligures, celtíberos, romanos, visigodos, andalusíes,

y todos los peregrinos de Europa. Siempre me ha atraído Roncesvalles,

lo he visitado muchas veces, por razones profesionales y por

el placer de pasearlo. El escenario es de gran belleza, su historia

muy prolífica e interesante (con asentamientos humanos, por ejemplo,

desde hace más de doce mil años), pero son sus leyendas las que

han logrado cautivar. La sola contemplación del paisaje, los

edificios, las referencias históricas, los viajeros, dan para

hacer volar la imaginación y disfrutar de lo lindo. ¿Por qué

no pensar que la ninfa Pirene, la que da nombre a la cordillera,

hija de Atlante y muerta por obra de la pasión desmedida y cruel

de Hércules, está enterrada debajo de la Torre de Úrkulo que

vigila la región?

A pesar de lo que cuenta Aymeric Picaud en el Códex Calixtinus

(de triste actualidad por su reciente robo) sobre lo malos que

son los habitantes de Roncesvalles (un espía del Papa Calixto

II al que le sentó muy mal que le cobraran peaje en Garazi y

puso de chupa dómine a los lugareños), la verdad es que en Roncesvalles

todo está pensado para la acogida y el placer del viajero.

El bosque encantado

Pasamos por Auritz-Burguete y Auritzberri-Espinal

y nos deleitamos con la oferta de sus manjares. Subimos Mezkiritz,

seguimos por Biskarreta-Gerendiain, Lintzoain, Erro, siempre

acompañados por bosques, siluetas majestuosas en el horizonte,

prados y las gentes peregrinas que siguen buscando ultreia et

suseia. Para topar al final en Zubiri, donde nos espera una gratificante

merienda regada con excelentes vinos de Navarra.

De puente a puente y… En la antigüedad construir un puente no

era cosa fácil. Antes de los romanos no hay verdaderos puentes:

cuando una corriente de agua, río caudaloso o incluso brazo estrecho

de mar no se podía vadear, se recurría a los llamados puentes

de barcas. El puente es una de las creaciones más características

de la ingeniería y la arquitectura romanas. Lo primero que tenían

que hacer era desviar el río en cuestión para poder construir

el nuevo paso. Los romanos, con la expansión del Imperio, dieron

un impulso extraordinario a la construcción de puentes y la ingeniería

pontificia adquirió un gran prestigio. Hasta tal punto, que el

título de pontífice (el que construye puentes) fue algo reservado

a gente muy poderosa, como símbolo de su sabiduría y de su poder.

Era tal su importancia, que los emperadores romanos adquirieron

el título de pontífice máximus y, más tarde, ese título pasó

a los Papas de la Iglesia Católica, que lo alternaron en castellano

con sumo pontífice, al que le dieron el significado de "hacedor

de puentes entre Dios y los hombres".

Nosotros somos muy prácticos y nos gustan las cosas de comer

y beber bien. Luzaide-Valcarlos está lleno de ventas que ofrecen

muchas cosas y, entre ellas, buenos vinos de Navarra anunciando

ya un territorio y unos productos espléndidos, como los que se

pueden degustar en Casa Marcelino. La modernidad y el despoblamiento

de estos parajes son la causa de que se esté perdiendo alguna

receta popular muy rica. La gallina casera rellena de carne de

ternera picada y otros ingredientes. La tripa salda, plato que

casi ha desaparecido y que para realizarlo es necesario una oveja

con abundante sebo. El katalabrox, exquisito bizcocho de molde

cónico que se hacía en la brasa del fogón lentamente y se añadían

capas hasta formar una torre cónica. El marrakuku, cuya base

de elaboración es el talo (torta de harina de maíz con una pizca

de sal), se trocea queso fresco y se envuelve con el talo haciendo

una bola. Roncesvalles es un sitio pequeño, pero se necesita

algo de tiempo para impregnarse de tanta maravilla.

Seguimos ultreia y pasamos con los ojos y el apetito bien abiertos

por Auritz-Burguete. Buena cocina popular con un punto de sofisticación

francesa. Caza de pluma como en pocos sitios, pato, foie, queso

de los pastores de la comarca… y la despensa de verduras navarras

y sus vinos siempre presentes. Nos queda la tentación de seguir

por el Pirineo hacia Aezkoa y la selva de Irati y visitar a mi

amigo Ángel Mari Loperena en el Auñak de Garralda. No puede ser,

el Camino y sus entrañas nos llaman. Tenemos a la vista, constantemente,

buenos ejemplares de raza pirenaica que rumian nuestra presencia.

Y topamos al final con Zubiri, donde nos espera la merienda.

No hay que desperdiciar la ocasión para proveernos de carne y

embutidos de caza mayor, de jabalí, de ciervo o de corzo, de

morcillas, de relleno… en la carnicería Arrieta.

Y, ¿qué beberemos? Aquí no hay bodegas, se encuentran a partir

de Puente La Reina. Pero sí que hay muy buenos vinos, que se

expenden en los restaurantes y ventas de este Camino. Para los

platos de gallina y de oveja recomiendo algunos vinos tintos

de Navarra, como por ejemplo, el Reserva de Ochoa, un Altos de

Inurrieta, o un Deyo Merlot de Castillo de Monjardín.

Los pimientos rellenos, sobre todo si son de bacalao, merecen

un Chardonnay Fermentado en Barrica de Castillo de Monjardín,

o un Maceración Carbónica de Reverte.

Para los talos de queso fresco podemos probar varios rosados

de Homenaje, de Orvalaiz, de Ochoa, de Irache, de Monjardín,

de Inurrieta, de San Martín de Unx,…

Y la caza de pluma o de pelo que se sirve en estos lugares puede

ir muy bien con vinos de más enjundia, crianzas o reservas de

las bodegas del Camino, pero estad seguros de que con un Terroir

o Dama de Domaines Lupier, o con un Odipus de Reverte, o con

un Marco Real Reserva de Familia, disfrutaréis apasionadamente.

Siempre está haciendo uno desvíos en el Camino.