Una operación está en marcha para forzar al alcalde de Pamplona Enrique Maya a que no repita como candidato de UPN en las próximas elecciones.

Se trata de fuego amigo, en una maniobra sorprendente por las formas y el fondo, en lo que parece un claro intento de sectores de su entorno para mostrarle la puerta de salida antes de tiempo, ya que el propio alcalde ha confirmado a media mañana de este miércoles que todavía no ha tomado la decisión pese a que algunos ya lo han dado por seguro.

Han sido tres horas trepidantes, con informaciones contradictorias por los pasillos del edifico consistorial, desde que fuentes oficiales confirmaran a primera hora que el alcalde no encabezará la lista de UPN en las elecciones municipales del año que viene.

La decisión de Maya, según las mismas fuentes, había sido comunicada previamente al presidente del partido Javier Esparza y era conocida por algunas personas de su círculo más íntimo.

Desde ese momento, los mensajes se sucedieron de forma vertiginosa por el Ayuntamiento, dando por hecho el adiós de Maya después de una legislatura difícil y sin apoyos suficientes.

Los primeros en saber que las piezas no encajaban fueron los compañeros del grupo municipal de Navarra Suma, que a primera hora recibieron un mensaje del alcalde asegurándoles que las informaciones publicadas no eran ciertas, que no había tomado una decisión definitiva sobre su continuidad.

COMPARECENCIA JUNTO AL DESPACHO DEL ALCALDE

La confirmación de que Maya no se daba por vencido llegó poco después, durante la rueda de prensa que había convocado ante el revuelo montado con su anunciada despedida.

La comparecencia anunciada a las 11.30 horas en la sala de prensa fue anulada (otro indicativo del revuelo interno que existía en ese instante) y se convirtió en un ‘canutazo’ al lado del despacho de Maya, con presencia de numerosos periodistas de diversos medios de comunicación.

El alcalde ha reiterado que su decisión sobre si se presentará de nuevo como candidato no está tomada y que la quiere tomar “con sosiego, con tranquilidad, y comunicarla en el momento en que esté tomada”, que previsiblemente será antes de final de año.

La trascendencia del paso dado por Maya en esa comparencia era evidente. Su rostro, tenso, reflejaba el mal trago que estaba pasando, consciente de que el fuego amigo apuntaba directamente en su dirección.

El alcalde fue preguntado expresamente sobre la existencia de una maniobra interna para obligarle a renunciar a la candidatura de UPNen Pamplona. Dijo que no lo creía, pero reconoció que algunos de los mensajes que recibió en esos primeros momentos de la mañana así se lo indicaban.

“Eso me parece política ficción. Ya me ha llegado ese comentario y estoy convencido de que no” ha contestado el alcalde tratando de quitar trascendencia a lo sucedido.

PERPLEJIDAD EN LA OPOSICIÓN

Mientras esto ocurría, se celebró la sesión de los miércoles correspondiente a la Gerencia y la Comisión de Urbanismo, que habitualmente preside Maya, aunque hoy lo ha hecho la teniente de alcalde Ana Elizalde dado el panorama.

Los concejales de la oposición no daban crédito a lo que estaba sucediendo, perplejos ante el espectáculo protagonizado a cuenta de la sucesión del candidato de UPN.

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En conversaciones en los pasillos entre comisión y comisión han coincidido en señalar que se trata de una maniobra gestada en las altas esferas y que el principal perjudicado será el Ayuntamiento, con una gestión en riesgo de parálisis mientras Navarra Suma dirime sus problemas internos, incluida la continuidad de la propia coalición y del actual alcalde.