tokio. Los tokiotas se han preparado con linternas y kits de supervivencia para una larga noche sin luz ni trenes. Las autoridades han pedido comprensión para llevar a cabo las medidas de ahorro de energía, informa la Cadena SER. El Gobierno recomienda a la población "que evite estar expuestos a la lluvia porque podría ser ácida y se quede bajo techo".

ALARMA NUCLEAR El lanzamiento de toneladas de agua marina desde helicópteros militares a la planta nuclear de Fukushima (nordeste de Japón) no ha conseguido rebajar los altos niveles de radiación, informó hoy la empresa operadora, TEPCO.

La mayor preocupación en este momento es el reactor 3 de la central nuclear, donde dos helicópteros de las Fuerzas de Auto Defensa (Ejército) arrojaron agua en cuatro ocasiones por la mañana, pero los niveles de radiación se mantuvieron sin cambios.

El nivel de radiación alrededor de la central, donde se encuentran algunos trabajadores, es de 3.000 microsievert por hora, frente a los 1.000 microsievert al año que se consideran seguros para la salud humana.

Los helicópteros arrojaron agua a una altura de unos 90 metros, cuando el nivel de radiación se situaba en 4,13 milisievert por hora, según explicó hoy el ministro japonés de Defensa, Toshimi Kitazawa.

El Gobierno de Japón, no obstante, asegura que no hay planes de ampliar el área de evacuación más allá del radio establecido de 20 kilómetros de la planta de Fukushima.

El ministro portavoz, Yukio Edano, señaló que Japón "entiende" la recomendación de EEUU de que sus ciudadanos en un radio de 80 kilómetros de la central abandonen la zona, pero insistió en que por ahora el Gobierno nipón no considera necesario ampliar el perímetro.

Cerca de 200.000 personas fueron evacuadas los días pasados en un perímetro de 20 kilómetros en torno a la central de Fukushima, mientas a aquellas entre 20 y 30 kilómetros se les ha recomendado no salir de sus casas, cerrar las ventanas y no encender el aire acondicionado.

Hoy, las autoridades niponas incrementaron en unos 28.000 el número de evacuados en las localidades cercanas a la planta nuclear, que fueron reubicados en refugios en las provincias de Fukushima, o en las zonas de Niigata y Togichi, según NHK.

45 AFECTADOS POR LA RADIACIÓN El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) informó hoy de que 23 personas resultaron heridas en la planta nuclear de Fukushima, otras dos están desaparecidas y en más de 20 se ha comprobado contaminación radiológica de diverso grado.

En un comunicado la agencia de Naciones Unidas reconoce que, "dada la incertidumbre" sobre la situación en esa planta, seriamente dañada por el terremoto y el posterior "tsunami" del 11 de marzo en Japón, las cifras "están sujetas a cambios".

Las autoridades japonesas confirmaron al organismo que entre las personas heridas -casi todas empleados de la empresa operadora, TEPCO, o de subcontratistas- se incluye a "una persona hospitalizada en estado desconocido", y a otras dos que "enfermaron súbitamente".

Hay también siete empleados y cuatro trabajadores de la Defensa Civil Japonesa "heridos por la explosión en el reactor 3 el 14 de marzo", según el organismo, que no informa sobre el grado de gravedad de esas lesiones.

Un empleado se rompió las piernas, cuatro fueron hospitalizados tras sufrir "heridas menores" durante la explosión en el reactor 1 el 11 de marzo, dos funcionarios de TEPCO fueron trasladados al hospital por problemas respiratorios y otras dos personas "sufrieron heridas menores".

Además, en la lista se incluye a dos personas "desaparecidas".

Por otro lado, se cifra en más de 20 -18 empleados, 2 policías y un número indefinido de bomberos- los expuestos a contaminación radiológica en la planta de Fukushima, que tiene seis reactores.

En uno de los empleados se observó una exposición "significativa" a radiactividad y fue transportado a un centro fuera de la planta, mientras que otros "no fueron trasladados a un hospital debido al bajo nivel de exposición" a la radiactividad, y dos policías fueron "descontaminados".

"Los bomberos que estuvieron expuestos a radiación están siendo examindos", concluye la nota antes de afirmar que el OIEA continúa intentando obtener más información de las autoridades japonesas.

MÁS DE 4.000 MUERTOS El número de personas que han muerto en Japón como consecuencia del terremoto y el posterior tsunami del viernes pasado ha aumentado a 4.255, mientras que los desparecidos ya son 8.194, según el balance de la Agencia Nacional de Policía publicado este miércoles.

Los fallecidos se reparten en doce prefecturas del país, mientras que las desapariciones se han producido en seis prefecturas, según el balance, del que informa la agencia de noticias Kiodo.

La agencia advierte de que la cifra de muertos aumentará porque se están encontrando numerosos cadáveres, principalmente en las zonas costeras golpeadas por el tsunami, ahora que parte del agua ha retrocedido y se han levantado las alertas por tsunami.

En las operaciones de rescate y ayuda de este miércoles han participado 80.000 militares, policías y bomberos, que han visto complicada su labor por unas temperaturas excepcionalmente bajas para esta época del año.

El primer ministro, Naoto Kan, ha dicho durante una reunión con un grupo de trabajo para situaciones de emergencia: "Podríamos rescatar a más de 26.000 personas, pero el número de muertos o desaparecidos ha superado los 10.000".

LENTITUD EN LAS AUTOPSIAS Mientras, los avances en las autopsias de las víctimas son lentos y, debido a la falta de personal, la Policía está intentando que las personas que tienen familiares desaparecidos comprueben si pueden identificar a alguno de los cadáveres.

La Policía Nacional a ordenado a la local que acelere las autopsias utilizando fotografías. Por su parte, la Policía de la prefectura de Miyagi se está planteando pedir a voluntarios que ayuden a las familias de las víctimas con las identificaciones para que los agentes se puedan centrar en los exámenes post mórtem.

A CÁMARA LENTA El deterioro de un reactor tras otro en la central de Fukushima aumentó ayer el temor a un desastre nuclear, sin que los desesperados intentos de los trabajadores para controlar la radiación hayan dado hasta ahora resultado.

La incertidumbre y la alarma rodean la situación en la planta nuclear 1 de Fukushima (Daiichi), donde los problemas se encadenan desde el seísmo y el tsunami que sacudieron el noreste de Japón el día 11 y causaron graves daños en su sistema de refrigeración.

Sus seis reactores de agua en ebullición provocan emergencias continuas y los empleados de TEPCO, la operadora de la central, trabajan contrarreloj desde hace cinco días para tratar de combatir el sobrecalentamiento, hasta ahora sin éxito y en medio de una fuerte radiación.

Buena parte de los esfuerzos de contención se centraron ayer en la unidad número 3, de la que ayer por la mañana salían columnas de humo o vapor que, en un principio, se sospechó provenían de la propia vasija de contención del reactor.

Ya entrada la noche y después de innumerables especulaciones sobre el posible alcance de los daños, el portavoz del Gobierno, Yukio Edano, aseguraba que la posibilidad de un deterioro grave del contenedor del reactor "es baja".

Sin embargo, durante un momento el nivel de radiactividad en la zona llegó a alcanzar un alarmante nivel de 10.000 microsievert por hora y ello obligó a evacuar temporalmente a los empleados, que regresaron cuando descendió la radiación.

A última hora del miércoles unos 200 operarios y expertos esperaban aún en uno de los edificios de la planta mientras los expertos estudiaban cómo continuar con la inyección de agua marina para bajar la temperatura los reactores más afectados, según la televisión nacional NHK.

Hasta ahora, las operaciones para enfriar los reactores 1, 2 y 3 han fallado; las unidades 4, 5 y 6 estaban apagadas cuando tuvo lugar el seísmo, pero contienen piscinas con barras combustible atómico usado que pueden sobrecalentarse en caso de evaporarse el agua y emitir nubes radiactivas si se incendian.

En la unidad 4 se produjo ayer un fuego por combustión de hidrógeno (tal y como había ocurrido la víspera) que luego remitió, aunque los fuertes niveles de radiactividad impidieron a los trabajadores acercarse.

Las Fuerzas de Auto Defensa (Ejército) de Japón enviaron a la zona un helicóptero militar cargado con agua salada para arrojarla desde el cielo sobre el lugar, pero la misión tuvo que ser finalmente abortada ya que las radiaciones eran demasiado elevadas incluso para esa operación.

El nivel máximo de radiactividad para trabajar en una situación de emergencia en una central está normalmente establecido en 100 milisievert anuales, pero ante la crítica situación en Fukushima la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón la elevó hasta 250 milisievert, según la televisión pública NHK.

Cada operario, no obstante, permanece muy poco tiempo expuesto a este nivel de radiactividad, con operaciones rápidas -que pueden ser de segundos- a fin de minimizar el riesgo.

Pese a las serias dificultades para controlar la planta de Fukushima, el Gobierno insistió ayer en que los niveles de radiactividad más allá de un radio de 20 kilómetros de la central no suponen aún un riesgo inmediato para la salud.