VITORIA. A las seis de la tarde en punto, con el cielo despejado y una temperatura inusual este verano, por lo alta, se ha lanzado el cohete con el que arrancan las fiestas de La Blanca e inmediatamente después Celedón, ataviado con el típico traje de aldeano alavés y un paraguas, ha descendido desde la torre de San Miguel hasta la plaza de la Virgen Blanca.

Este año, la encargada de lanzar el cohete ha sido una periodista en nombre de los medios de comunicación locales, como reconocimiento del alcalde, Javier Maroto, a la labor que hacen al trasladar a la ciudadanía el trabajo del Ayuntamiento.

El viaje aéreo de Celedón ha estado acompañado por los vítores, cánticos, bailes y aplausos del público y en el momento de tocar tierra el muñeco ha sido relevado por el Celedón encarnado por undécimo año consecutivo por Gorka Ortiz de Urbina, quien se ha abierto paso entre el público para recorrer el trayecto a la inversa y volver a la balconada de la iglesia.

A lo largo de 115 metros de recorrido y rodeado de miles de vitorianos, Celedón ha sido objeto de todo tipo de caricias y acercamientos, por definirlo de algún modo, ya que la tradición dice que quien le toca en ese peculiar paseíllo tiene asegurado ligar.

En la balconada de la iglesia le esperaban las autoridades, entre ellas el alcalde, el popular Javier Maroto, quien nada más llegar le ha anudado al cuello el pañuelo festivo.

Entre los sones de la típica canción "Celedón ha hecho una casa nueva, Celedón, con ventana y balcón", Ortiz de Urbina ha declarado inauguradas las fiestas, que concluirán el día 9.

Un año más, pese a la recomendación del Ayuntamiento de que no se llevasen botellas de vidrio al chupinazo para evitar cortes, durante el acto de inicio de fiestas se han descorchado miles de botellas de cava y otros espumosos.

También se ha cumplido con la tradición de encender un puro, que los que lo han hecho han podido disfrutar hasta que les ha caído encima parte del cava que salía disparado de las botellas o del agua que arrojaban vecinos de la plaza para refrescar a los asistentes.

En la balconada de San Miguel se han congregado decenas de autoridades y representantes de la vida política, cultural y social, entre ellos el alcalde de la ciudad, la consejera vasca de Educación, Isabel Celaá, como lehendakari en funciones, la presidenta del Parlamento Vasco, Arantza Quiroga, y el diputado general de Álava, Javier de Andrés.

También han estado presentes el diputado general de Gipuzkoa, Martín Garitano, y el alcalde de San Sebastián, Juan Karlos Izagirre, ambos de Bildu.

No ha habido ningún tipo de incidente pese a que en las últimas horas se ha suscitado una fuerte polémica política después de que Bildu invitara a familiares de presos de ETA al acto de inicio de las fiestas.

Tampoco se han querido perder este inicio de fiestas representantes de todas las formaciones políticas vascas como el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti (PP), el presidente del PNV en Álava, Iñaki Gerenebarrena y el secretario general de EA, Peio Urizar.