donostia - M.M.U., hondarribiarra de cuatro años de edad, falleció durante la tarde del pasado domingo tras sufrir un accidente en el interior de un restaurante de la localidad. El niño acudió junto a sus padres a comer a la sidrería La Sagardotegia, ubicada en el número 19 del paseo Bidasoa del municipio costero. En torno a las 16.00 horas, una puerta corredera de cristal cayó sobre el menor, ocasionándole heridas que le provocaron la muerte apenas una hora después. El suceso causó un profundo dolor en Hondarribia, donde la familia afectada por el percance es muy popular y conocida.

Los hechos tuvieron lugar a primera hora de la tarde del domingo, cuando los clientes del establecimiento ya apuraban sus respectivas comidas y daban inicio al tiempo de sobremesa.

Por causas que se desconocen y que investiga la Ertzaintza, una puerta corredera cayó sobre el menor, causándole severas lesiones en la cabeza. Los testigos del suceso dieron inmediatamente la voz de alarma a la Policía Municipal de Hondarribia y a Sos Deiak, desde donde se trasladó el aviso pertinente a la Ertzaintza y a los servicios sanitarios.

Los responsables sanitarios comprobaron que el niño se encontraba en estado inconsciente, y que sangraba de forma abundante a través de la nariz y de la boca. Las maniobras de reanimación practicadas lograron mantener con pulso a la víctima, que en estado muy grave fue introducida en la unidad medicalizada y trasladada hasta el centro hospitalario en el que fue atendida.

En un principio, el propósito de los operarios sanitarios era trasladar al niño en la ambulancia al Hospital Donostia de la capital guipuzcoana. Sin embargo, al presentar el menor un estado de extrema gravedad, se produjo un rápido cambio de planes y el centro en el que ingresó fue el Hospital Comarcal del Bidasoa, en la propia localidad hondarribiarra, próximo al lugar del accidente. Pese a todo, nada pudo hacerse para impedir el trágico desenlace.

Pocos minutos antes de las cinco y media de la tarde, se certificó el fallecimiento del niño, una noticia que comenzó a extenderse con suma celeridad por todo el municipio.

nuevos dueños El asunto estaba ayer en boca de todos los paseantes locales que transitaban la zona del accidente, frente al establecimiento, el cual permanecía cerrado. La Ertzaintza se encuentra investigando el percance y tomando declaración a los testigos, con el fin de esclarecer los hechos ocurridos en un restaurante cuya nueva andadura apenas cuenta con un año de vida. Y es que la gestión de la longeva sidrería Lokate fue asumida el pasado verano por unos nuevos dueños, también regentes del bar restaurante Itsaspe de la calle San Pedro de la localidad, quienes cambiaron el nombre del negocio a La Sagardotegia. Apenas un mes después de la apertura, el local sufrió un incendio, mientras que el domingo se produjo el trágico accidente con la puerta, una pesada estructura que, según han relatado testigos presenciales, necesitó de la fuerza de cuatro personas para simplemente ser levantada de nuevo.

La muerte del menor causó un hondo pesar en Hondarribia, al ser la familia de la víctima muy conocida en el municipio. Su padre es primo de Txomin Sagarzazu, segundo teniente de alcalde de la localidad, y actual primer edil en funciones. Además, Sagarzazu será el candidato a la Alcaldía por el PNV en las elecciones locales del año que viene. El propio jeltzale firmó ayer el comunicado en el que el Consistorio expresó, de forma oficial, sus condolencias por la muerte del pequeño, alumno del colegio San José-Hijas de la Cruz. “El Ayuntamiento de Hondarribia, y este alcalde en funciones en particular por su relación familiar con el niño accidentado, desea mostrar todo su apoyo a la familia y allegados del menor en estos momentos tan dramáticos”, reflejó el mencionado documento.

De momento, la labor policial para esclarecer los hechos se basa en la toma de declaraciones de testigos presenciales, así como en el estudio de la estructura que cayó sobre el niño, ocasionándole la muerte. El estado de la puerta determinará si esta se encontraba en buen estado y, como parece, los hechos respondieron a un simple accidente.