Pamplona. El investigador italiano Francesco Storino sostiene que el compostaje doméstico puede generar compost para usar como fertilizante y sustrato, por lo que se constituye como una herramienta sostenible para la gestión de biorresiduos.

Según ha dicho en la Universidad Pública de Navarra este especialista, donde ha presentado su tesis doctoral, el compostaje doméstico puede ofrecer prestaciones incluso superiores al industrial en términos de desarrollo de temperatura, reducciones de peso y volumen, y madurez y composición del compost final, siempre que se realice con las técnicas adecuadas.

En la tesis ha analizado las técnicas de compostaje a escala doméstica o comunitaria y ha constatado la validez de esta técnica a pequeña escala para generar compost que puede ser usado como fertilizante o sustrato de cultivos.

Ha destacado en este sentido que, desde los años 90, el compostaje a pequeña escala se está mostrando como un instrumento útil para reducir la generación de residuos en origen aunque existen pocos trabajos científicos al respecto.

Por ello, tras identificar los aspectos técnicos sobre los que investigar, Storino ha realizado varios experimentos para comprobar la diferencia entre el compostaje doméstico y el industrial, además de ensayos específicos sobre distintos aspectos del compostaje.

Entre ellos el régimen de alimentación, la aportación de elementos cárnicos, los materiales estructurantes para regular la humedad de la mezcla y aportar porosidad, la presencia de metales pesados, la germinación de semillas y la utilización del compost como fertilizante y sustrato de cultivo.

Con el material obtenido en los experimentos realizó ensayos de cultivo en macetas para evaluar diferentes compost domésticos como fertilizante, en lechuga y espinaca, y como ingrediente para sustrato de cultivo de plantas como los pensamientos.

Y a la luz de los resultados indica que "el compost producido a nivel doméstico puede ser utilizado con toda seguridad como fertilizante o para elaborar sustratos de cultivos, incluso en dosis más elevadas que los composts industriales".

La investigación incluyó también el seguimiento de un proyecto piloto de compostaje comunitario asistido por gallinas y realizado en Noáin en colaboración con el Ayuntamiento de esta localidad y treinta familias residentes en ella.

Además de comprobar la alta calidad del compost producido, Francesco Storino confirmó que el sistema había reducido satisfactoriamente una cantidad considerable de residuos orgánicos municipales destinados a la recogida y tratamiento centralizado, proporcionando, además, beneficios económicos, medioambientales y sociales.

"El autocompostaje en composteras de pequeñas dimensiones se ha revelado como una herramienta eficaz para la prevención de residuos orgánicos domiciliarios y, desde un punto de vista técnico, presenta un correcto desarrollo del proceso y da lugar a un compost adecuado para la utilización doméstica", concluye el investigador.