Richard Oribe, el primer Tambor de Oro elegido con los votos de los donostiarras

Desde el día 11 de diciembre, cuando se abrió el plazo para votar entre cinco candidatos, hasta el día 17, cuando se cerró, 6.135 donostiarras han emitido su voto, de los que 3.505 fueron mujeres y 2.630, hombres.

Lo que no se dio a conocer, porque así lo decidieron en su día los representantes municipales con el fin de no generar agravios, es el porcentaje de votos recibidos por cada uno de los candidatos: Richard Oribe, Alicia Amatriain, Esther Ferrer, Dolores Redondo y Maialen Chourraut.

Goia destacó que cada uno de estas cinco personas “representan muy bien los valores de la ciudad”, y señaló que Richard Oribe es digno merecedor del Tambor de Oro por numerosas razones, entre ellas porque “ha sabido superar la adversidad”. “Es un luchador” señaló Goia respecto al nadador paralímpico que, añadió, ha sido “referente” en materia de inclusión.

Este bravo deportista, que a lo largo de su carrera deportiva ha ganado, entre otros muchos premios, 16 medallas olímpicas -nueve de oro, cinco de plata y dos de bronce- será el protagonista del emocionante acto que tendrá lugar el 20 de enero, al mediodía, en el salón de plenos del Ayuntamiento donostiarra.

deseado La madre de Richard, Rosa Lumbreras, fue la encargada de comunicar a su hijo una noticia largamente esperada. “He ido a buscarle al gimnasio y cuando se lo he dicho nos hemos abrazado y él miraba hacia arriba para no llorar”. Así contaba la madre del deportista el momento en el que le dio a conocer que sería el próximo Tambor de Oro, reconocimiento que, aseguró, es el “que más ilusión” le hacía de todos los que ha ido recibiendo a lo largo de su carrera. “Es un Tambor de Oro muy diferente, porque que refleja la voluntad de los donostiarras”, añadió está incansable mujer que, durante años, se ha esforzado porque su hijo recibiera el citado galardón. “Estamos tremendamente agradecidos”, aseguró.

Rosa Lumbreras recordaba ayer que Richard siempre ha vivido la fiesta de San Sebastián con pasión y que ha tomado parte “en muchas tamborradas” . La última, en la de la Unión Artesana “hace dos años”.

“Muchas veces las tamborradas le han rendido algún homenaje y el pasado año se encargó de la izada en Loiola”, señaló la madre de Oribe, que recordó que también ha recibido reconocimientos, entre otras, de la compañía de La Espiga y la Real Sociedad.

“Siempre ha celebrado a lo grande este día, desde hace mucho, cuando salió en la tamborrada de los boy scout”, apostilló Lumbreras, que reconoció sentirse “alterada”. “Me escucho chillando, levantando la voz y es por la emoción”, explicaba.

Para Richard Oribe, aseguró su madre, recibir el Tambor de Oro es “la culminación”. “Llevamos tantos años intentándolo que ahora que se lo han concedido nos ha llegado directo al corazón”, concluyó Rosa Lumbreras, que no dejaba ayer de atender a los medios que se dirigieron a ella para conocer cómo habían recibido la tan ansiada noticia.

el proceso Y es que, como ella misma destacó, Richard Oribe es el primer Tambor de Oro elegido gracias a la votación de los donostiarras. El proceso para determinar quién debe de ser la persona merecedora de ese preciado reconocimiento se ha modificado este año, después de que la distinción quedara desierta en la última edición.

Para dar a este premio un carácter más popular y participativo el Ayuntamiento puso en marcha un procedimiento en el que la ciudadanía ha tomado parte directamente en dos ocasiones. La primera, a la hora de proponer candidatos, en torno a un centenar, y la segunda después de que la Junta de Portavoces seleccionara a los cinco candidatos finalistas. Para votar en esta fase había que ser mayor de 16 años y estar empadronado en Donostia, permitiéndose solo la emisión de un voto por persona.

La decisión de modificar drásticamente el proceso de elección del Tambor de Oro se adoptó después de que este año el pleno no avalara la propuesta de conceder dicho reconocimiento a la periodista Angels Barceló, pese a que días antes se dió a conocer su nombre y aceptación. La designación creo tal polémica que finalmente no prosperó, el PNV y la oposición se abstuvieron en la votación, y Barceló optó por renunciar al galardón por no concitar el necesario consenso.