Bilbao - Confianza y respeto son las bases de una forma de viajar low cost que se está afianzando en Euskadi: el intercambio de casas. Cada año son más los ciudadanos que se suman a esta nueva filosofía que pone en el centro las relaciones entre las personas. Las dos principales web especializadas, GuesttoGuest e IntercambioCasas, registran la cifra récord de más de 1.100 viviendas vascas y crece también el número de noches reservadas en los tres territorios de la CAV: 535 en total este año, un 6% más que el anterior. “Los españoles son los que más visitan el País Vasco con la modalidad de intercambio seguidos por franceses, irlandeses, ingleses e italianos”, explica Pilar Manrique, portavoz de ambas plataformas en el Estado.

“A los franceses les gusta mucho venir aquí”, asegura Zuriñe Sarabia, una erandiotarra encantada con esta filosofía. “Al principio pensaba: ¿Quién va a querer venir a Erandio? Pues resulta que mucha gente. Me han llegado ofertas de los Hamptons (Estados Unidos), de California y de Hawai también. Hay de todo tipo, también de Santander. De Europa hay muchas solicitudes y, sobre todo, de Francia, a los franceses les gusta mucho venir aquí”, explica.

Zuriñe viaja con su marido Asier, su hijo Aimar y su hijo adoptivo de Chernobil, al que acogen en periodo de vacaciones. “Antes viajaba mucho, pero luego con los niños, es diferente. Mi hermana me habló del intercambio de casas y nos lanzamos”. Se inscribió hace tres años y desde entonces ha estado en Estocolmo, Burdeos, Casalarreina, Zubieta y, este verano, en Copenhague. Tienen pendiente, además, otro viaje a Croacia. “El ahorro económico es importante, evidentemente, yo no me puedo permitir 15 días en Estocolmo si no hago un intercambio de casa”, sostiene, pero lo que más le gusta de esta modalidad es “la filosofía que hay detrás”.

“Se trata de confianza, respeto, de compartir; que mi hijo y mi hijo adoptivo aprendan a darle a lo material el valor que realmente tiene, que hay que cuidar las cosas, pero que las cosas se comparten”, comenta esta vecina de Erandio. Zuriñe fue de las primeras en unirse al grupo de Facebook que se creó, hace un año aproximadamente, sobre intercambio de casas. “Empezamos unos pocos, pero cada semana se va sumando más gente, ya somos más de 1.100”, sostiene. En las redes sociales, los socios intercambian dudas, consejos, inquietudes. En Barcelona tuvo lugar el primer encuentro cara a cara y el viernes sucedió en Bilbao.

A la cita acuden seis mujeres con muchas ganas de conocerse y compartir. El perfil medio del usuario es el de una pareja de mediana edad con hijos - “los usuarios de ambas plataformas son 80% familias de edades comprendidas entre 30 y 55 años”, explica Manrique-. La mayoría de ellas cumple este perfil, “pero en el 95% de los casos somos nosotras las que llevamos la iniciativa”, aseguran, orgullosas. A la cita acude, puntual, Zuriñe; también Saioa Ortiz, de Basauri, Sonia Mateos, guipuzcoana de Errenteria pero residente en Algorta, Ainhoa Cámara, de Gasteiz, Amaia Gabiria, de Donostia, y Ainhoa Agirre, de Erandio.

Flexibilidad Hay a quienes, por una mayor flexibilidad, ya sea laboral o por el hecho de intercambiar sus segundas viviendas, les resulta fácil cerrar un trato, pero no siempre es así. “Yo en Berlín no conseguí y eso que mandé muchas solicitudes”, explica Saioa. Lo mismo le ocurrió a Sonia: “A mí se me han atragantado Cádiz y Asturias, no hay manera de que vaya. En Berlín estuve dos años buscando y cuando dejé de buscar me empezaron a llegar solicitudes”, explica. Todo lo contrario le ha ocurrido a la gasteiztarra Ainhoa Cámara, que próximamente viajará a Berlín “a un triplex”. “En Asturias tampoco tuve problema”, explica.

“A mí me ha ido mejor cuando he dejado que me lancen propuestas, de repente, me llega una de Tampa, en Florida, y ahí que voy”, comenta esta experta viajera.

Roto el hielo desde las presentaciones, el grupo de mujeres charla amigablemente en el bar La campa de los ingleses, del Estadio de San Mamés. Y, como no, comienzan las anécdotas. “Me ha llegado una solicitud de México para el verano de 2019, es de su segunda residencia, a dos horas del DF. Y dice que nos iría a recoger su chófer al aeropuerto y que tienen cocinera. Yo ya le he dicho: “¿Seguro que no te has confundido?”, comenta, risueña, Amaia, que ofrece también su segunda residencia en Ezcaray (La Rioja).

Todas se muestran satisfechas con sus experiencias de intercambio de casas. “En la misma página de intercambios está todo el perfil y la información de la familia, hay valoraciones de otros socios que han intercambiado con ella y la comunicación suele ser fluida a través de correos electrónicos”, apunta Zuriñe, una relación que muchas veces se mantiene tras el intercambio. Los detalles son también seña de identidad entre esta comunidad de viajeros. “Yo suelo dejar comida para la cena y el desayuno del día siguiente, para que no tengan que preocuparse hasta que se hagan al barrio, y cuando regresas, lo que has dejado te lo han multiplicado por cuatro”, sostiene. “Hace poco estuvo en nuestra casa una pareja de 80 años de Australia, estuvieron seis meses viajando y nos dejaron la despensa llena de productos delicatessen. Incluso cenamos una noche con ellos”, pone como ejemplo.

Saioa es la única que ha tenido un contratiempo en estos años. “Me han cancelado un intercambio cerrado que tenía en Barcelona para octubre. Me he puesto en contacto con la plataforma y me han encontrado otra vivienda. Han sido muy rápidos, han tardado menos de 24 horas”, explica. La conversación va tan fluida que incluso Zuriñe y Amaia cierran un intercambio. “Nos vamos a tu casa de La Rioja”, dice convencida la erandiotarra.

Compartir Ibon Urretavizcaya no acudió al encuentro de Bilbao, pero es un gran defensor de esta modalidad. “Lo que más me gusta es que está muy enfocado en que quien viene también está compartiendo su casa. Me gusta la idea de que el huésped, de ninguna manera, obtiene un beneficio económico, no puedes hacer esto para ganar dinero, eso hace que gente que está en esta plataforma intente dar un espacio agradable al que viene y, al mismo tiempo, va a disfrutar también de un espacio agradable y a cuidar del espacio de otra persona”, explica. Ibon, residente en Donostia, tiene dos hijos y su pareja actual, otros dos, así que en total son seis. “Irnos a cualquier sitio era complejo”, reconoce. La familia se inscribió en GuesttoGuest hace tres años y ha viajado ya en tres ocasiones a la costa mediterránea. Sin embargo, en su historial cuenta con 11 intercambios, “porque han venido más veces a mi casa”. “La casa está totalmente a disposición del inquilino; en mi caso, cuando viene alguien, me voy a Vitoria a casa de mi pareja”, señala. La plataforma funciona a través de un sistema de puntos, que Ibon ha ido acumulando al recibir a distintos inquilinos en su casa. Y con los puntos acumulados, en noviembre disfrutará de luna de miel a Bali en una casa de ensueño. ¡Feliz viaje!

Casas registradas. Se pueden encontrar más de 1.100 casas de Euskadi registradas en las dos principales plataformas de intercambio de casas, IntercambioCasas.com y GuesttoGuest.es, que dicen aglutinar el 80% del mercado.

Noches reservadas. El número total de noches reservadas en Euskadi en 2018 es de 535, un 6% más respecto al año pasado.

Turistas. Los españoles son los que más visitan País Vasco con la modalidad de intercambio seguidos por franceses, irlandeses, ingleses e italianos.

Turistas. El Estado español es el segundo país del mundo que más utiliza el intercambio de casas, por detrás de Francia. Por comunidades, destacan Catalunya (8.600 viviendas), Andalucía (7.700), Comunidad Valenciana (5.500), Comunidad de Madrid (4.800) y Baleares (1.600).

Crecimiento. IntercambioCasas es la pionera del mercado. Su versión en inglés lleva existiendo desde 1992, pero la web en castellano no llegó hasta 2007. Por su parte, GuesttoGuest, que empezó a utilizarse en 2016, es líder en número de usuarios. Esta web alcanzó en agosto la cifra de 400.000 hogares registrados en 180 países, con una media de crecimiento del 200% al año en los últimos tres. El objetivo, aseguran, es alcanzar el millón de usuarios en 2020.

58%

Se calcula que utilizando este sistema, el viajero se puede ahorrar en torno a un 58% del propuesto total del viaje.