- Un total de 43 municipios navarros cuentan ya con un plan especial de emergencias frente a inundaciones. Según informó el Gobierno foral, se ha pasado de 13 planes en 2019 a los 43 que hay en la actualidad, aunque algunos siguen pendientes de ser homologados. 16 de ellos han sido diseñados por la sociedad pública GAN en el marco del proyecto LIFE NAdapta. El vicepresidente primero y consejero de Presidencia, Igualdad, Función Pública e Interior del Gobierno de Navarra, Javier Remírez, calificó este avance como "un éxito colectivo".

Así lo manifestó ayer durante la apertura de la jornada Gestión Colaborativa de las Inundaciones, organizada por el Ejecutivo foral y que también contó con la presencia de la consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Itziar Gómez, y de diferentes profesionales implicados en el sector de la gestión de las emergencias.

Además de alcaldes y alcaldesas de distintos municipios, asistieron representantes de las Mancomunidades, Policía Foral, Guardia Civil, Policía Nacional, Bomberos, y Voluntarios de los cuerpos de Bomberos, DYA, Cruz Roja, Ebys, así como personas voluntarias de Protección Civil y representantes de las Confederaciones Hidrográficas del Ebro y del Cantábrico, AEMET, y los departamentos de Ordenación del Territorio, Vivienda, Paisaje y Proyectos Estratégicos; Desarrollo Rural y Medio Ambiente y la Delegación del Gobierno en Navarra.

Remírez se mostró "convencido" de la necesidad de "impulsar a todas las entidades" en la gestión de las inundaciones y de fomentar "una cultura de la autoprotección" a través de planes específicos.

Se mostró satisfecho de que 43 municipios cuenten ya con sus planes de emergencias, pero afirmó que "se han constatado afecciones en muchos más municipios en las últimas riadas, hasta 130. Hay que analizar la situación para dar una respuesta adecuada, que podría pasar por que más localidades cuenten con más planes municipales de inundación para hacer frente a este fenómeno".

Hay que recordar que la normativa del Plan Especial de Emergencias ante el riesgo de inundaciones de la Comunidad Foral señala que 45 municipios deben contar con uno de estos planes municipales de inundación, por lo que los 43 actuales siguen siendo insuficientes.

Los planes se encuentran estructurados en distintos avisos que pueden llegar en función del cauce del río y la pluviometría, y se dividen en distintas fases de emergencia. Finalmente, el plan establece las medidas a tomar y los avisos a emitir a la población por parte del ayuntamiento.

Remírez subrayó que la implicación de todas las partes, la comunicación fluida y la información compartida son claves para ofrecer la mejor y más efectiva respuesta. "Debemos trabajar para ser capaces de prever con la mayor precisión posible y tener una estrategia, planes y protocolos que permitan saber cómo protegernos y actuar en estas circunstancias. Por esto estamos convencidos de que debemos implicar a todas las entidades, debemos impulsar una cultura de la autoprotección a través de planes de autoprotección y específicamente de planes especiales de inundaciones".

Por su parte, la consejera de Desarrollo Rural y Medioambiente, Itziar Gómez, destacó que, enmarcado en el proyecto LIFE NAdapta, se diseñaron a través de la Sociedad Pública GAN-NIK los planes de emergencia ante el riesgo de inundaciones de 16 localidades, "unos planes que suponen una gran herramienta tanto para prevenir como para minimizar los daños materiales y, sobre todo, personales".

"La aportación que el proyecto LIFE NAdapta está suponiendo para el conocimiento de los efectos que el Cambio Climático puede tener en Navarra, en este caso, en áreas como el agua, nos ayuda a anticiparnos a lo que puede venir", aseguró.

Además, la consejera quiso valorar la estrategia Ebro Resilience, a través de la cual se ejecutan actuaciones de mejora del sistema de predicciones del comportamiento del Ebro, y del entorno fluvial, y lo consideró como "un ejemplo de adaptación ante el cambio climático, además de un ejemplo de coordinación entre administraciones".

Las inundaciones del pasado mes de diciembre ocuparon también buena parte de las intervenciones. Javier Remírez recordó que el "episodio excepcional" acaecido en el mes de diciembre se abordó "de forma adecuada" y "prácticamente exitosa" en cuanto a la gestión de la emergencia, ya que "así ha sido valorada por los distintos ayuntamientos y la propia ciudadanía".

Según relató, desde la dirección general de Interior y Protección Civil se apostó por impulsar "con celeridad" y de forma "sostenible a lo largo de todo el episodio entre el 9 y el 14 de diciembre todas las herramientas de coordinación, de colaboración e información compartida".

"Se involucró desde el inicio a todas las instituciones a través de una buena coordinación en la que trabajamos juntos Gobierno de Navarra, Gobierno central a través de las confederaciones hidrográficas, agencia estatal de meteorología, delegación del gobierno, fuerzas policiales, fuerzas y gestión y servicio de emergencia, y por supuesto, y ante todo, las entidades locales implicadas".

Remírez, que aseguró que "en todo momento se estuvo en contacto permanente y comunicación directa", consideró que esto permitió "aligerar, adelantar y acertar en la toma de decisiones tanto preventivas como de intervención".

"Desde el punto de vista de la gestión, exclusivamente, fue una buena experiencia que evidencia el extraordinario valor de la gestión desde un punto de vista colaborativo, un ejemplo claro de lo que se ha llamado en los últimos años a raíz de la pandemia como cogobernanza", concluyó.

José Javier Boulandier, director de protección civil y emergencias de Navarra, también valoró de forma positiva la actuación durante las riadas del mes de diciembre. "Creo que la organización ha sido bastante ordenada y tenemos que seguir trabajando para próximos episodios. Nos espera un futuro de incertidumbre y multiriesgo y nuestra apuesta para dar respuesta debe pasar por la colaboración".

Por su parte, Peio Oria Iriarte, delegado territorial de AEMET en Navarra, explicó que las riadas de diciembre fueron el episodio más extremo de los últimos 50 años en Navarra. "El modelo de previsión meteorológica no fue mal, aunque sí que hubo una infraestimación de la precipitación del 10 al 20% en algunas zonas de las vertiente cantábrica. Lo que está claro es que la meteorología es solo el primer eslabón de la cadena y hay que fomentar la colaboración y la coordinación a todos los niveles", concluyó.

"La ciudad ha ocupado el cauce fluvial y debemos adaptarnos para mitigar los daños de las crecidas"

Planificación, Estudios y Ciclo del Agua

"El cambio climático va a hacer que los fenómenos extremos sean más intensos y frecuentes"

Delegado territorial de AEMET

"Nos espera un futuro de incertidumbres y la respuesta debe pasar por la colaboración"

Dir. de Protección Civil y Emergencias