Todos los grupos del Parlamento foral, excepto Navarra Suma, han dado su apoyo este mediodía al Plan de Convivencia elaborado por el Gobierno foral. El respaldo a este ambicioso proyecto llega apenas un mes y medio después de que el texto fuera rechazado debido a las discrepancias que generaron algunas de las propuestas que trataron de incorporar los grupos y que derivó en que Navarra Suma y EH Bildu decidieran votar en contra.

Este rechazo tuvo lugar el pasado 22 de marzo. Este miércoles, sin embargo, la valoración de la mayoría del Parlamento al Plan liderado por la consejera Ana Ollo ha dado un giro considerable.

“Aquí se rechazaron las propuestas de resolución presentadas por los grupos, no el Plan de Convivencia”, ha subrayado Uxue Barkos (Geroa Bai), quien ha insistido en que “son propuestas que no obligan al Gobierno, ya que lo que se rechazó fue el Plan de Convivencia enmendado por este Parlamento”.

Una opinión compartida por Bakartxo Ruiz (EH Bildu), quien ha resaltado que entonces “no se votó el Plan del Gobierno, sino el Plan más las resoluciones de los grupos, lo que modificó nuestra posición, que era favorable a dar cauce al Plan”.

No han sido estas las únicas voces favorables al Plan de Convivencia. También Inma Jurío (PSN) ha ensalzado “un plan muy mimado por el Ejecutivo que se refiere a muchas accciones: memoria, educación, deslegitimación de la violencia, no olvido”. “Nos produce mucha pena el rechazo al Plan, que ha sido trabajado desde la consejería y quien se excluyó lo hizo voluntariamente”, ha añadió Jurío, quien ha reconocido que trasladar el debate del Plan al Parlamento “era muy delicado” por la que confrontación que iba a generar.

Ainhoa Aznárez (Podemos) ha criticado el “ejercicio de hipocresía infinita de Navarra Suma” con el objetivo, ha opinado de “desgastar al Gobierno” y ha respaldado el camino hecho por el Gobierno foral en la elaboración del Plan de Convivencia con un “diálogo permanente” con los agentes que han colaborado en el proceso. Un trabajo que “nunca se había hecho en el Parlamento y deja una base fundamental para seguir aportando”.

La nota discordante la ha puesto Iñaki Iriarte (Navarra Suma), molesto por el hecho que el Plan siga vigente tras haberse rechazado las propuestas de resolución debatidas en el Parlamento. “Deberían haber avisado, ya que no pensábamos que todas estas discusiones no eran para nada”. “Aquí estuvimos haciendo el canelo”, ha apostillado.

OLLO: "EL PLAN ESTÁ EN VIGOR"

Por su parte la consejera de Relaciones Ciudadanas, Ana Ollo, ha recordado que el Plan de Convivencia “está en vigor”, pese a que la Cámara rechazara las enmiendas de los grupos y por lo tanto “se aplicará”.

En respuesta a una petición de comparecencia de Navarra Suma para que expusiera su opinión sobre este rechazo al Plan de Convivencia, Ollo ha “lamentado” el resultado de la votación pero ha subrayado que de su “validez no tenemos ninguna duda”.

“Lo trajimos al Parlamento porque pensabamos que era importante hacerlo”, ha continuado Ollo, muy molesta con la actitud de Navarra Suma, que “se salió al inicio del debate y terminó votando en contra”.

Ollo ha insistido que no era necesario remitir el Plan al Parlamento pero “todos dieron el pase a ese debate” aunque luego el resultado “no fue el anhelado y lo lamento”, lo que no impide que su base esté “plenamente vigente” y que sea “una herramienta” para la “deslegitimación de la violencia” y para “cambiar un escenario de intolerancia por la diversidad como riqueza”.

“No renuncio a un consenso porque son muchas las oportunidades que tendremos para encontrarnos en su aplicación” y “consensos es lo que esta requiriendo la sociedad”, ha añadido Ollo, que ha calificado de “magnífico” este Plan de Convivencia, que para su elaboración contó con 300 personas, al tiempo que ha sostenido que el diálogo parlamentario “no es inútil”.

“Yo no sé si Navarra Suma esta a favor, en contra o es medio pensionista con este Plan, con el que creo que han ejercido cierto filibusterismo político”, ha continuado Ollo, que ha reivindicado el diálogo como “consustancial a la democracia” y el valor del debate parlamentario “hasta en las cosas incómodas y que nos separan”.