Estambul/Washington - El presidente de EEUU, Donald Trump, considera que todavía no hay información suficiente para responsabilizar directamente al príncipe saudí Mohamed Bin Salman, aunque Arabia Saudí, a través de su ministro de Exteriores, Adel al Jubeir, reconoció que el asesinato de Yamal Khashoggi fue un “error” y que desconocen dónde están los restos del cuerpo . La canciller alemana, Angela Merkel, elevó la presión sobre Riad al anunciar que su país ha dado por terminada la venta de armas a Arabia Saudí mientras no se esclarezca lo ocurrido en torno al asesinato del periodista.

Por su parte, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, anunció ayer que él mañana mismo revelará “detalles” sobre la investigación en el consulado de su país en Estambul el pasado 2 de octubre. El jefe de Estado y Gobierno aludió indirectamente a la versión de los hechos dada por Riad el sábado, sobre la que dio a entender que deja aún muchas preguntas sin respuesta. “¿Por qué vinieron (a Estambul) las 15 personas (saudíes, el mismo 2 de octubre)? ¿Por qué 18 fueron arrestadas (en Arabia Saudí, según informó la Fiscalía General del reino)? ¿De quién está hablando el mundo ahora?”, cuestionó el mandatario. “Hablaré de esto de una manera muy diferente”, añadió.

Subrayó que su Gobierno está decidido a desvelar todos los detalles, y que lo hará en la reunión del grupo parlamentario de su Partido Justicia y Desarrollo (AKP) prevista para mañana.

Es la primera vez que Erdogan alude en público a la versión que ha aportado la Fiscalía General saudí sobre el caso, según la cual Khashoggi murió de forma violenta pero accidental en las dependencias consulares, al desatarse una “pelea”. La explicación contrasta con la publicada en varios medios turcos y estadounidenses, que, en base a supuestas filtraciones de la investigación turca, apuntan a que el periodista disidente y exiliado fue víctima de tortura y de una ejecución planificada. Hasta ahora, no ha habido confirmación oficial turca sobre esas informaciones.

Demandan “hechos creíbles” Además, republicanos y demócratas de EEUU apoyaron ayer tomar medidas contra Arabia Saudí ante la tardía y poco convincente explicación de su Gobierno sobre la muerte de Khashoggi, incluida la imposición de sanciones y la expulsión de su embajador en Washington. Algunos de los legisladores también instaron a que Estados Unidos se niegue a mantener relaciones con el príncipe heredero, Mohamed bin Salman (MBS), y exija que Arabia Saudí lo reemplace de su cargo si se le considera responsable de la muerte del periodista, algo que los congresistas consideran probable.

“Creo que MBS estuvo involucrado en esto, que dirigió esto y que esta persona fue asesinada a propósito”, declaró el senador republicano Bob Corker en una entrevista en el canal CNN. Corker, que preside el Comité de Asuntos Exteriores del Senado, pidió una “respuesta colectiva” de EEUU, Reino Unido, Francia y Alemania si las investigaciones revelan que el príncipe heredero estuvo detrás del asesinato. “Se deben establecer sanciones para cualquiera que haya tenido algo que ver con eso”, agregó. El senador demócrata Dick Durbin consideró que el embajador saudí en Washington debería ser expulsado formalmente de EEUU en caso de que finalmente se confirme el papel de MBS en el asesinato del periodista. “La única persona en la Tierra fuera del reino saudí que parece aceptar la investigación saudí es el presidente”, aseveró.

Por su parte, Reino Unido, Francia y Alemania afirmaron ayer que la versión saudí requiere estar respaldada por “hechos” para ser “creíble” y pidieron que se clarifique lo ocurrido. - Efe