Río de Janeiro - El juez Sergio Moro, responsable de la operación Lava Jato y de la condena del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva por corrupción, aceptó ayer la propuesta del presidente electo de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, para ser ministro de Justicia de su Gobierno que asumirá el 1 de enero.

Moro se desplazó hasta Río de Janeiro y se reunió durante cerca de una hora y media con Bolsonaro, quien ya había manifestado su interés de que el magistrado fuera ministro de Justicia o magistrado del Tribunal Supremo de Brasil cuando se abriese la próxima vacante.

El juez llevó a la cárcel a importantes empresarios y políticos, entre ellos Lula da Silva, a quien condenó por corrupción pasiva y lavado de dinero. “Después de la reunión personal en la cual fueron discutidas políticas para la cartera, acepté honrado la invitación. Lo hice con cierto pesar porque tendré que abandonar 22 años de magistratura”, señaló Moro en un comunicado.

Moro subrayó que la perspectiva de “implementar una fuerte agenda anticorrupción y contra el crimen organizado, con respeto a la Constitución, a la ley y a los derechos” le llevaron a aceptar la invitación de Bolsonoro, capitán de la reserva del Ejército. “En la práctica, significa consolidar los avances contra el crimen y la corrupción de los últimos años y alejar riesgos de retrocesos por un bien mayor”, agregó.

El magistrado de la decimotercera corte penal del Tribunal Federal señaló que la operación Lava Jato, que ha dirigido en primera instancia en los últimos años, seguirá en la ciudad de Curitiba (sur) “con valerosos jueces locales”.

Moro es considerado por algunos sectores como un símbolo de la lucha anticorrupción, pero se ha convertido en el centro de las críticas del Partido de los Trabajadores (PT), que lidera Lula da Silva desde prisión. La presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, publicó ayer en Twitter que el juez Moro “muestra su parcialidad en la Lava Jato al aceptar” ser ministro de Justicia del futuro Gobierno de Bolsonaro. “¡La estafa del siglo!, el juez Sergio Moro será ministro de Justicia del Gobierno de Jair Bolsonaro, quien sólo consiguió elegirse porque Lula fue injustamente condenado e impedido de participar en las elecciones”, escribió

En su opinión, Moro fue clave para que Lula fuera inhabilitado para concurrir en las elecciones presidenciales, a pesar de que fue la Justicia Electoral quien inhabilitó la candidatura del exmandatario después de ser condenado en segunda instancia por corrupción. La dirigente del PT denunció la “politización” de Moro y recordó varios episodios polémicos que protagonizó el magistrado, como cuando “interceptó” las llamadas telefónicas de la entonces presidenta Dilma Rousseff (2011-2016) y las “filtró a la prensa”.

También citó el levantamiento del secreto judicial “antes de las elecciones” de las declaraciones de Antonio Palocci, un influyente ministro en los Gobiernos de Lula y Rousseff, en el marco de un acuerdo de colaboración con las autoridades para confesar delitos que cometió relacionados con la corrupción.

Reforma fiscal. El Fondo Monetario Internacional afirmó ayer que las propuestas económicas del presidente electo brasileño, Jair Bolsonaro, van en la “dirección adecuada” aunque insistió en que es “clave” que haga “una ambiciosa reforma fiscal”, encabezada por las pensiones. “Por ahora, lo que hemos escuchado de reformas van en la dirección adecuada”, dijo Krishna Srnivasan, director adjunto del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, tras presentar el informe regional sobre Latinoamérica en el centro de estudios Diálogo Interamericano. “Hay una hoja de ruta para Brasil, esperamos que lleven a cabo una ambiciosa reforma fiscal, liderada por la reforma de pensiones, que es la fundamental”, indicó. Bolsonaro ha anunciado que su equipo económico será comandado por el economista liberal Paulo Guedes, quien será su futuro titular de Economía, una supercartera que fusionará los ministerios de Hacienda, Planificación y Desarrollo e Industria.