Londres/Madrid/La Habana. El Gobierno español mantiene su veto al acuerdo entre la UE y el Reino Unido para hacer efectivo el "brexit" porque asegura que no se defienden los intereses de España y no le sirven las últimas declaraciones hechas por la primera ministra británica, Theresa May.

Así lo aseguraron fuentes españolas durante la visita del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a Cuba.

A su llegada a La Habana, Sánchez publicó un mensaje en su cuenta de la red social Twitter, en el que ratificó la oposición al borrador del acuerdo sobre el "brexit" porque las negociaciones relativas a Gibraltar "permanecen lejanas".

No sirvió para acercar posturas la conversación que ayer mantuvo con May y, según las fuentes españolas, las declaraciones de la primera ministra británica efectuadas hoy tampoco le sirven.

La primera ministra británica, la conservadora Theresa May, advirtió ayer de que protegerá la “soberanía británica” de Gibraltar durante las negociaciones sobre la futura relación entre el Reino Unido y la Unión Europea (UE). May, que conversó por la noche con el presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, dijo en el Parlamento británico que fue “absolutamente clara” con él, al trasladarle que “la soberanía británica de Gibraltar se protegerá” y que “la futura relación (con la UE) debe funcionar para toda la familia del Reino Unido”. “Las negociaciones están ahora en un momento crítico. Todos nuestros esfuerzos deben estar centrados en trabajar con nuestros socios europeos para llevar este proceso a su conclusión final, en el interés de todos nuestros pueblos”, agregó la jefa de Gobierno.

España, por su parte, pidió garantías de que mantendrá la última palabra en cualquier negociación futura en torno al brexit en la que esté involucrado Gibraltar. May aseguró que prevé continuar hablando con los líderes de los 27 socios comunitarios restantes durante los próximos días, a fin de cerrar el acuerdo de salida y la declaración política sobre la futura relación antes de la cumbre extraordinaria del domingo. La mandataria conservadora, que este miércoles se reunió con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, regresará a Bruselas el sábado para continuar las negociaciones.

las ‘líneas rojas’ de Picardo Al tiempo que May comparecía en el Parlamento británico, el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, hacía lo propio en la Cámara gibraltareña. Picardo aseguraba a los presentes que su Gobierno había logrado que se respeten todas las “líneas rojas” y que no había hecho “concesiones” en materia de “soberanía, jurisdicción y control” en la primera fase de las negociaciones sobre la salida de Reino Unido de la UE, a la espera de un segundo periodo en el que el Peñón “no puede ser una parte separada”.

Picardo comparecía ante el Parlamento gibraltareño para dar cuenta de los últimos avances en el proceso de brexit, después de verse la semana pasada en Londres con la primera ministra británica, Theresa May, y esta misma semana en Madrid con miembros del equipo negociador español.

El ministro principal del Peñón reconocía la “tormenta” que ha supuesto el proceso, pero celebró los pactos que ya se han cerrado con España a la espera de un “acuerdo definitivo”. “No hay nada en estos documentos que comprometa ninguna de nuestras líneas rojas”, dijo, en alusión al protocolo, a los cuatro memorandos de entendimientos y al tratado fiscal.

“Ven la mejor oportunidad” En este sentido, subrayó ante los diputados que “no hay concesiones en materia de soberanía, jurisdicción y control” y cuestionó en otra parte de su discurso que haya quien vea en el contexto actual “la mejor oportunidad en tres siglos para que España adquiera la soberanía, aunque sea parcialmente”.

Fabian Picardo apuntó que los acuerdos que ya están “virtualmente completados” solo comprenden de momento a la fase de transición, fijada en un principio hasta finales de 2020, a excepción de los compromisos ya adquiridos en materia de derechos de los ciudadanos y de las reformas fiscales.

Así, solo crearían “obligaciones” durante los 21 meses que cubren la fase de transición -que las partes no han descartado prorrogar-. “Si no acordamos lo contrario, quedarán inutilizados entonces”, explicó durante su alocución, en la que aseguró que dichos documentos habían sido posibles después de “largas e intensas” negociaciones entre las dos partes.

El ministro principal gibraltareño considera cumplido el objetivo de la primera fase del diálogo, mantener el acceso al mercado único de la Unión Europea, y ahora confía en lograr en el segundo periodo la “inclusión” de Gibraltar en el acuerdo de retirada. “Sin nuestra inclusión, Gibraltar se enfrentará solo a un salto al vacío el 30 de marzo de 2019”, advirtió.

El ministro principal gibraltareño también aludió al artículo 184 del Tratado de Retirada, en el que España ve un lenguaje ambiguo que no le garantiza la última palabra en relación a todo lo que tenga que ver con Gibraltar. España, según Picardo, “interpreta” que este artículo “compromete el papel que va a desempeñar a la hora de determinar cómo se aplicará a Gibraltar la futura alianza entre Reino Unido y la Unión Europea”. “Esto no tiene nada que ver con lo que hemos negociado, que son los términos de la diferente implicación del acuerdo de retirada para Gibraltar y la inclusión en el periodo de transición; y no los términos de la futura relación con la Unión Europea”, que se están negociando “en este punto”, agregó. Picardo insistió en que, “constitucionalmente”, Gibraltar “no puede ser una parte separada” del acuerdo, algo a lo que se habría comprometido May a lo largo de estos últimos días, con reiteradas alusiones a la “familia” británica como conjunto único. Para el dirigente gibraltareño, es obvio que “geográficamente” el Peñón depende en gran medida de España, “puerta” de entrada a Europa, por lo que considera que es necesario seguir dialogando con “espíritu de cooperación”.

“No hace falta veto para hablar” El ministro principal afirmó también que “nadie debería pensar que leemos alguna parte del Acuerdo de Retirada de forma que nos convenza para evitar esa realidad auténtica, humana y política. Nadie necesita un veto para que nos sentemos a la mesa”, apostilló. El referéndum de junio de 2016 se resolvió en Gibraltar con una abrumadora mayoría a favor de seguir en la Unión Europea y, en vista del escenario actual, Picardo reconoció que “el brexit es ahora tan malo en la realidad como lo fue en la teoría antes del referéndum”. La ruptura, apuntó, es “algo malo para toda Europa”, pero alertó de que, si las partes no llegan a un acuerdo definitivo, la situación sería “todavía peor”. - E.P./Efe