MADRID - La ola de protestas en Hong Kong contra el proyecto de ley de extradición y, por extensión, contra su Gobierno autónomo, ha entrado definitivamente en una nueva fase, tras los incidentes violentos de este fin de semana. Más airada por ambas partes -jóvenes manifestantes de un lado, y Policía y Gobierno por otro- y con un mayor uso de la fuerza. La jefa del Gobierno de Hong Kong, Carrie Lam, criticó ayer los enfrentamientos registrados el domingo durante una protesta contra la suspendida ley de extradición y tildó de “matones” a los manifestantes que participaron en los incidentes.

Lam que visitó a a los agentes heridos durante los enfrentamientos, recalcó que la violencia no puede ser tolerada y ha destacado que los policías respondieron con contención. “El Estado de Derecho ha sido el pilar del éxito de Hong Kong (...) y, para defenderlo, tanto la población como el Gobierno deben obedecer la ley”, manifestó. “Una y otra vez hemos visto a personas recurriendo a protestas violentas tras manifestaciones pacíficas y atacando a miembros de las fuerzas de seguridad. Condeno con fuerza todas las protestas violentas”, dijo.

En este sentido, aseguró que la Policía y la justicia “investigarán estos casos lo antes posible” y llevarán a los responsables ante los tribunales. “Esta violencia no debe ser justificada”, zanjó. Por su parte, un sindicato policial de Hong Kong reclamó a la cúpula del organismo que proteja mejor a los agentes en el marco de las protestas y que garanticen su “seguridad y salud mental”. La misiva, a la que tuvo acceso Reuters, fue enviada por la Asociación de Oficiales de Policía al jefe del Cuerpo, Stephen Lo.

enfrentamientos Los enfrentamientos estallaron durante una nueva protesta contra la actualmente suspendida ley de extradición de delincuentes a China y después de otro episodio de tensión en la frontera entre hongkoneses y comerciantes chinos acusados de llevar una red de comercio ilegal. Estos ponen de manifiesto la tensión existente entre ambos territorios, relacionados a través del lema “un país, dos sistemas”. Si bien Hong Kong forma parte de China, funciona bajo una normativa distinta y, con el paso de los años desde su devolución por parte de Reino Unido a Pekín, la sociedad hongkonesa, más aperturista, se ha distanciado del Gobierno central.

En medio de una fuerte presencia policial, los agentes advirtieron a la multitud de que, si la gente no se iba, comenzarían a hacer arrestos. Unos diez minutos después, la Policía levantó una bandera roja de advertencia después de que los manifestantes lanzaran objetos a los agentes y comenzó la carga, en la que resultaron heridas 22 personas, entre ellas cinco agentes. - E.P.