La violación y posterior muerte de una joven "intocable" india por cuatro hombres de casta superior se convirtió hoy en un circo político, con líderes de la oposición india y cientos de simpatizantes siendo interceptados por la Policía de camino al poblado de la víctima, donde estaba prohibido el acceso.

La tensión llegó a su punto álgido cuando la policía arrestó a dos de los líderes del Partido del Congreso, los hermanos Rahul y Priyanka Gandhi, que encabezaban la marcha junto a numerosos simpatizantes desde la capital hasta Hathras, el pueblo de la joven situado a unos 200 kilómetros en el norteño estado de Uttar Pradesh.

Los bisnietos de Jawaharlal Nehru y nietos de Indira Gandhi se dirigían a dar el pésame a la familia de la víctima, miembros de la comunidad "intocable" o dalit, situada en el escalafón más bajo del sistemas de castas hindú.

"En momentos de dolor no se deja solos a los seres queridos", escribió en Twitter Rahul Gandhi, quien acusó a la policía de haber cargado violentamente contra él, mientras los medios de comunicación retransmitían en directo lo que ocurría, incluida la caída del político al suelo mientras era sacado por la fuerza del vehículo.

Rahul culpó directamente al jefe de gobierno regional, el polémico Yogi Adityanath, del gubernamental nacionalista hindú BJP, primero de la desprotección de las mujeres y los dalit en la región, y luego de toda la polémica que ha rodeado este suceso. "Reunirse con una familia de luto también atemoriza al Gobierno. Jefe de Gobierno, ¡no tenga tanto miedo!", añadió Gandhi.

La administración del estado había impuesto en el pueblo la prohibición de grandes reuniones y había colocado barricadas alegando la alerta sanitaria por el coronavirus, que en la India, el segundo país más afectado, ya deja más de 6,3 millones de contagios.

Pero las imposiciones no impidieron que cientos de personas de diferentes organizaciones llevaran a cabo sentadas y acciones de protesta contra el gobierno de Uttar Pradesh.

OCHO "INTOCABLES" VIOLADAS AL DIA

La víctima, una joven de 19 años, murió el martes por la mañana en un hospital de Nueva Delhi a causa de las heridas que la mantenían hospitalizada desde el 14 de septiembre, cuando fue violada por cuatro hombres en Hathras.

La joven había salido con su madre al campo a cortar hierba y en un momento en el que ambas se separaron, los agresores la arrastraron a un lugar oculto, la violaron y luego trataron de estrangularla.

La madrugada del miércoles, horas después de su fallecimiento, según la versión de la familia, el cuerpo de la joven fue trasladado a su pueblo e incinerado por la policía sin el consentimiento familiar, que no pudieron oficiar un velatorio.

La familia de la joven culpó además a la Policía de no responder con celeridad tras denunciarse la agresión, aunque éstos defendieron el arresto inmediato de los atacantes. Esta violación ha vuelto a subrayar un problema endémico en la India.

Según los últimos datos de la Agencia Nacional de Registro de Delitos de la India (NCRB), en 2018 se denunciaron 33.977 violaciones en el país, de las cuales 2.957 fueron a mujeres de casta baja, más de 8 al día.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos (NHRC) de la India anunció en un comunicado que había tomado este caso por decisión propia y subrayó que "el incidente ha generado muchas preguntas sobre la situación de la ley y el orden en el estado".

"Muchos incidentes de este tipo han ocurrido en el estado de Uttar Pradesh, donde los miembros de las (castas bajas) han sido objeto de discriminación y hostigamiento por parte de castas superiores. Ha habido (...) acusaciones de inacción contra la policía y la administración. Este es un grave problema de violación de los derechos humanos", sentenció la NHRC.