Dublín - El Gobierno británico debe resolver la cuestión de la frontera entre las dos Irlandas para cerrar un acuerdo de salida de la Unión Europea (UE), reiteraron ayer los partidos norirlandeses tras reunirse en Belfast con el ministro del brexit, Dominic Raab. Este efectuó ayer una breve visita a Irlanda del Norte para abordar con las formaciones del país y con representantes empresariales este asunto, que es el principal escollo para cerrar el acuerdo sobre el brexit.

Nadie ha podido aún encontrar aún una solución, a pesar de que todas las partes, con diferentes propuestas, quieren mantener la futura frontera abierta tras el brexit, clave para la economía de la isla de Irlanda y su proceso de paz. Así lo constató Raab después de reunirse con el Partido Democrático Unionista (DUP), principal fuerza de la comunidad protestante y socio del Ejecutivo británico, y del nacionalista Sinn Féin, mayoritario entre la católica. La líder del DUP, Arlene Foster, le recordó que no aceptará un acuerdo que establezca controles aduaneros entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido tras el brexit.

Esa opción está recogida en el llamado plan de contingencia, una salvaguarda que mantendría a Irlanda del Norte alineada con ciertas reglas del mercado único y la unión aduanera, en caso de que Londres y Bruselas no hallen un plan alternativo. Para los unionistas, ese escenario situaría la futura frontera en el mar de Irlanda y otorgaría a Irlanda del Norte un estatus especial, lo que, según ellos, pondría en peligro su relación con el resto del Reino Unido.

prudencia Por su parte, la presidenta del Sinn Féin, Mary-Lou McDonald, pidió que “no proceda con imprudencia” y cumpla con los compromisos adquiridos por su Gobierno el pasado diciembre. Entonces, May aceptó que la salvaguarda para Irlanda del Norte tuviera carácter legal y vinculante en un acuerdo de salida, si bien retiró su apoyo al considerar que podría poner en peligro la integridad territorial. - Javier Aja