pamplona - Ainhoa Aznárez continuará al frente del Parlamento foral hasta el final de la legislatura, después de que la Mesa de la Cámara acordara ayer no tomar en consideración el escrito presentado por los cuatro integrantes de Orain Bai (Laura Pérez, Calos Couso, Rubén Velasco y Fanny Carrillo) para expulsar del grupo a los tres que siguen en Podemos (Mikel Buil, Tere Sáez y la propia Aznárez).

La decisión de la Mesa, con la que se pone fin a la crisis abierta el pasado 21 de diciembre, fue tomada con los votos de Geroa Bai, EH Bildu y Podemos, frente a UPN, partidario de aceptar la exclusión del grupo parlamentario de los miembros de la formación morada en contra del criterio de los servicios jurídicos.

Precisamente ha sido el último informe del letrado mayor, Manuel Pulido, que concluye que Orain Bai no ha subsanado los errores de forma en su escrito de expulsión, el que llevó a la mayoría progresista de la Mesa a desestimar la solicitud de los díscolos de Podemos. El error, según explica Pulido, obedece a que en la reunión del grupo para acordar la expulsión de los miembros de Podemos no se incluyó este tema como uno de los puntos del orden del día.

laURA PÉREZ INSISTE La decisión de la Mesa fue recibida con indisimulado malestar por Laura Pérez (Orain Bai), que anunció que estudiarán “todas las posibilidades”, incluida la posibilidad de acudir al Defensor del Pueblo.

“Estamos viendo cómo se han ido avalando criterios jurídicos ad hoc, que se asume el chantaje, y se está avalando que la presidenta esté por encima del bien y el mal por la gracia del cuatripartito”, criticó Pérez, a quien esta situación le “produce cierto bochorno y vergüenza ajena” porque “se nos está dejando fuera del cambio y además en nombre del cambio”.

No piensa lo mismo el resto del cuatripartito. Unai Hualde (Geroa Bai) justificó su voto en la Mesa en la “responsabilidad y seguridad jurídica” de su actuación, amparada en el informe jurídico que apreciaba defectos en el escrito de Orain Bai, corriente que criticó por su “espectáculo lamentable”, al igual que censuró a UPN, que “ha actuado más por urgencias electorales”.

También Adolfo Araiz (EH Bildu) coincidió en cimentar en las “razones jurídicas” su voto, pero no ocultó que hay “consideraciones políticas”, como son las mayorías que se hubieran roto de haber complacido a Orain Bai. Araiz apeló a la “unidad” del cuatripartito y a la “obligación” que asumieron los 26 parlamentarios que lo conforman.

Desde la oposición, Javier Esparza (UPN) tildó de “ridículo absoluto” el papel desempeñado por Orain Bai, de quien “se están riendo Geroa Bai y EH Bildu, controlando los tiempos y las mayorías, haciendo una tutela política”.

La socialista María Chivite no entró en el resultado de lo decidido, pero fue muy crítica con la “arbitrariedad más absoluta, ninguneo y falta de transparencia” en el funcionamiento de la presidencia del Parlamento, ya que el informe visto ayer en la Mesa se publicó el sábado en algunos medios de comunicación.

Como es habitual, Ana Beltrán (PPN) fue más lejos en sus descalificaciones y habló de que “la mafia del cuatripartito ha impedido que aquí haya ningún movimiento y Aznárez siga siendo presidenta”.