pamplona - El exconseller de Interior Joaquim Forn optó por una estrategia de defensa distinta a la Oriol Junqueras y no solo respondió al fiscal y a la abogada del Estado, sino que ha entrado de lleno a hablar de la declaración de independencia. Y lo hizo para restarle valor jurídico, al calificarla de mera “declaración política”, que no se desarrolló posteriormente, ya que el Govern nunca se planteó otra posibilidad que adelantar los comicios o aceptar el 155. A pesar de los diferentes estilos de los acusados y las diferentes estrategias, los dos se mantuvieron firmes en sus convicciones y reiteraron dos ideas en sus interrogatorios: Votar no es delito, el referéndum tampoco, no cometieron ningún delito; y el diálogo por encima de todo y como salida a la situación de Catalunya hacia la independencia.

Forn, que se enfrenta a 16 años de cárcel por rebelión agravada con malversación, vertebró su relato en dos premisas fundamentales. Una, que “los Mossos siempre cumplieron la Ley” y dos, que “no recibieron nunca instrucciones políticas” ni de él ni de Carles Puigdemont “para incumplir con su función de policía judicial” y ejecutar las órdenes de la Fiscalía y del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) para impedir el 1-O.

Forn centró la primera parte del interrogatorio en desmarcarse del referéndum y limitó su apoyo al 1-O a un “compromiso personal” separado de su posición institucional como conseller. “Yo diferencio claramente mis actuaciones como conseller de mi compromiso político con el referéndum”, sostuvo Forn, quien insistió en “separar las manifestaciones políticas de las obligaciones de la policía”. “No se ejerció ninguna actividad desde mi departamento en favor del referéndum”, zanjó para rebatir la acusación.

mossos El exconseller protagonizó así un complicado juego de equilibrios para desvincular la acción del Govern de la de los Mossos. En lo que sí coinció con Oriol Junqueras es en negar órdenes políticas a la policía catalana para facilitar el 1-O, una de las principales acusaciones de la Fiscalía. Forn se reafirmó en el derecho a votar en referéndum, aunque quiso desmarcar a los Mossos: “Compartía el compromiso de sacar adelante el referéndum, pero entendía que los Mossos tenían que cumplir las órdenes y el president Puigdemont dijo que lo entendía y que no me preocupara”.

De hecho, a preguntas del fiscal Fidel Cadena, reivindicó la labor de los Mossos para impedir que se abrieran centros el 1-O en los días previos a la votación con datos concretos: el 29 de septiembre las patrullas de la policía catalana, explicó, visitaron 828 centros y redactaron 551 actas en las que se informaba a las personas concentradas en los colegios del auto del TSJC que ordenaba a los Mossos impedir el 1-O. Al día siguiente, prosiguió, los Mossos siguieron visitando centros donde ya había votantes concentrados y rellenaron 3618 actas. “A partir de estos avisos se consiguió que no se abrieran 297 colegios. Dimos cumplimiento a todos requerimientos de jueces y fiscales”, resaltó.

Por la tarde, cuando se retomó su declaración tras un receso, admitió que la posibilidad de elecciones era la opción para evitar el 155, a fin de continuar luego el diálogo con el Gobierno central. Puigdemont entonces también estaba en esta línea, lo mismo que él. En este sentido hubo contactos con el Gobierno e intermediación como la del lehendakari Urkullu. Otros, no especificó quienes, preferían la declaración de independencia

Sin embargo, siempre según su relato, la posibilidad del diálogo posterior se fue difuminando y así se oyeron opiniones de senadores del PP favorables a que el 155 se aplicara de todas formas, cuando los trámites ya se habían iniciado en la Cámara Alta. Por eso desistieron de la convocatoria electoral. - D.N.