londres - Los diputados británicos inflingieron ayer un nuevo revés a la primera ministra, Theresa May, en una votación simbólica sobre su estrategia para el brexit, minando su promesa a los líderes europeos de que puede conseguir que el impopular Acuerdo de Retirada sea aprobado si le garantizan concesiones.

Además, al menos 40 exembajadores llamaron a May a retrasar la salida de Reino Unido de la UE, según The Times, para aclarar los términos de su futura relación o permitir un segundo referéndum.

La principal moción presentada para pedir a la Cámara de los Comunes que reafirmara su apoyo a su plan de buscar cambios al acuerdo fue rechazada por 303 votos en contra y 258 a favor. Aunque la votación no fuerza al Gobierno a cambiar de estrategia, los datos seguramente afectarán a la confianza de los líderes europeos en que May pueda conseguir el apoyo del Parlamento a un acuerdo revisado.

Este último giro pone de manifiesto las profundas divisiones en el Parlamento sobre cómo, o incluso si, Reino Unido debería abandonar el bloque en su mayor giro político y comercial en más de 40 años.

Asimismo, aumenta la posibilidad de que Reino Unido abandone la UE sin acuerdo, un escenario temido por muchos empresarios, pero también de que el brexit sea aplazado o potencialmente nunca se produzca. Hasta el último minuto antes de la votación, los ministros y el líder de su grupo parlamentario intentaron convencer al grupo de partidarios del brexit a favor de una ruptura radical con la Unión Europea.

Finalmente, este grupo, compuesto por varias decenas de diputados, optó por abstenerse.

laboristas Por su parte, el líder de la oposición, Jeremy Corbyn, subrayó que el resultado del la votación pone de manifiesto que la primera ministra “no cuenta con mayoría para su curso de acción”. “Esto no puede continuar”, defendió el líder laborista.

Este insistió en que la premier británica tiene que reconocer que su estrategia de negociación ha fracasado, para después “volver con una propuesta que pueda realmente lograr un apoyo mayoritario en el Parlamento”.

La siguiente fecha clave en el calendario de la carrera contrarreloj en la que parece estar inmersa May será el 27 de febrero, cuando se celebrará la siguiente ronda de votaciones, cuando será el momento para dar el paso, según los diputados que buscan forzar al Gobierno a que aplace el brexit.

Mientras tanto, el ministro de Exteriores de Irlanda, Simon Coveney, insistió en la necesidad de que, con o sin acuerdo, el brexit no provoque la vuelta de infraestructuras físicas a la frontera entre el país e Irlanda del Norte.

“El Gobierno británico ha hecho un compromiso a Irlanda de que no tomará decisiones que resulten en una vuelta de infraestructura fronteriza física y tienen una obligación de cumplir ese compromiso”, señaló ante una comisión parlamentaria.

“Hay una obligación de los gobiernos británico e irlandés, y la UE de intentar trabajar juntos para encontrar el modo de evitar la infraestructura física en la frontera de esta isla”, afirmó.

Sobre el plan de emergencia incluido para la frontera irlandesa, May habló con sus homólogos de Alemania, Angela Merkel; Portugal, António Costa; Suecia, Stefan Lofven; y Austria, Sebastian Kurz, para reiterarles la necesidad de lograr cambios “legalmente vinculantes” sobre el plan de emergencia incluido para la frontera irlandesa en el acuerdo del brexit. - E.P.