Roma - El Partido Demócrata italiano (PD), el mayor de centroizquierda del país, celebró ayer elecciones primarias en busca de un nuevo líder que lo apacigüe y refuerce como alternativa al Gobierno del Movimiento 5 Estrellas y de la ultraderechista Liga.

Los comicios abiertos, en los que podía votar todo ciudadano mayor de 16 años, son también una prueba de fuego para esta formación que perdió el Gobierno en las elecciones generales de hace un año y que en los últimos tiempos ha vivido desnortada y marcada por las divisiones internas. Se elegía entre tres candidatos: el actual presidente de la región del Lacio (centro), Nicola Zingaretti; el exministro de Agricultura Maurizio Martina y el diputado Roberto Giachetti, y con ellos a los miembros de la Asamblea Nacional.

Zingaretti (Roma, 1965) es el aspirante más izquierdista. Giachetti (Roma, 1961), diputado, es por contra el candidato más vinculado al ex primer ministro y exsecretario Matteo Renzi, de quien no reniega como muchos de sus correligionarios. Martina (Calcinate, Bérgamo, 1978) es un término medio entre esos dos candidatos. Uno de ellos deberá obtener la mayoría absoluta, más de la mitad de los votos en las primarias, para su proclamación como secretario general, pues de lo contrario serán la nueva asamblea la que lo decidan, dando así comienzo a los pactos entre corrientes.

Un dato a tener en cuenta será la participación, pues estas primarias también sirven para testar el tirón del PD, que en las del pasado llegó a movilizar a casi tres millones de electores. Sin embargo sus actuales dirigentes han bajado el listón y se conformarían con superar el umbral del millón de votantes. Una cifra inferior sería a todas luces decepcionante. Durante la jornada hubo largas colas en varias ciudades del país, especialmente de Piamonte (norte), Emilia Romagna (norte), Umbria (centro), Calabria y Apulia (sur), y algunos destacados dirigentes hablaban de una “fiesta de la democracia”.

Reunificación El PD, fundado en 2007 a partir de la fusión de los excomunistas Demócratas de Izquierdas y los centristas de La Margarita, lleva años enfrascado en duras pugnas internas y escisiones, acrecentadas durante el mandato como secretario de Matteo Renzi (2013-2018).

Por eso los candidatos se comprometieron a reunificar sus filas y plantear una firme oposición al actual Gobierno del Cinco Estrellas (M5S) y de Liga de Matteo Salvini, este último el mal mayor.

Y es que Italia vivirá un 2019 cargado de citas con las urnas, desde elecciones regionales hasta las europeas, a las que el PD concurre como miembro del Partido Socialista Europeo.

Atrás quedan las pasadas elecciones al Parlamento Europeo, cuando Renzi, entonces joven promesa de la política, logró un histórico 40,8%. Desde entonces el PD no ha hecho más que caer, hasta el 17% de las generales del 2018, un porcentaje certificado en las recientes regionales de Abruzos (centro) y Cerdeña (oeste). Ahora Renzi ha ondeado la bandera blanca, prometido paz dentro del partido por parte de sus leales y ha recordado que “el combate” es contra Salvini y el Cinco Estrellas.

Los analistas sostienen que muchos electores cambiaron el PD por el M5S durante la era de Renzi como primer ministro por su política de cariz liberal, y por eso uno de los retos del partido será seducir a los electores que se marcharon.

Así lo cree el politólogo Oreste Massari: “Para recuperar votos perdidos deberían preguntarse en qué se equivocaron. Sobre temas como inmigración, pobreza o desempleo el PD fue ciego porque estaba demasiado encerrado en los palacios de poder”, explica. Su recuperación requerirá “un trabajo titánico” pero sin lugar a dudas, subraya, pasará por marcar una discontinuidad.

2007

Situación. Fundado en 2007 a partir de la fusión de los excomunistas Demócratas de Izquierdas y los centristas de La Margarita, el PD es el mayor partido de centroizquierda de Italia. Lleva años enfrascado en duras pugnas internas y escisiones, acrecentadas durante el mandato como secretario de Matteo Renzi (2013-18).