pamplona - Al final va a tener razón Santiago Abascal, líder de Vox, cuando dice que Ciudadanos es la veleta naranja, un partido que va modulando su discurso según le conviene en cada momento. Ayer, el aparato de Ciudadanos -tanto el de Navarra como el de Madrid- trató de hacer equilibrios para no quedar mal con UPN pero a la vez no desautorizar a Luis Garicano. A las 14.47h, Ciudadanos Navarra remitía un escueto comunicado en el que defendía su acuerdo con Esparza, su “respeto” al régimen foral y su reivindicación de hacer “un cálculo transparente, solidario y leal del Convenio en favor de los navarros y de todos los españoles”. “No hay más escenario a tener en cuenta”, cortaba, de manera un poco tosca, para señalar exclusivamente al documento que Esparza y Rivera firmaron el martes que el presidente de Ciudadanos ni quiso comentar ante la prensa.

Lo que pasa es que es imposible respetar el autogobierno y pedir que se elimine. Es una obviedad, y no merece la pena emplear mucho tiempo en darle vueltas. Garicano no defendió sino lo que Toni Roldán, secretario de programas de Cs, reivindicó en una nueva toma hacia el final de la tarde de ayer: que “los que tienen más en algunos lugares aporten lo que es justo”. “Ya propusimos que el Gobierno encargase a la AIReF el cálculo tanto del Cupo como de la aportación para que haya solidaridad entre los españoles”, aseguró Roldán. Una declaración en la que está implícita la asunción, por parte de Ciudadanos, de que el régimen foral es insolidario e injusto. - A.I.R.