pamplona - Agentes de la Unidad de Asuntos Internos del Cuerpo de Policía Nacional (CPN) se personaron este pasado viernes en la redacción de OkDiario, medio dirigido por el periodista Eduardo Inda, con una orden judicial para requisar el material que pudiera obrar en su poder procedente del móvil sustraído en 2016 a la entonces asesora de Pablo Iglesias en el Parlamento Europeo, Dina Bousselham, y cuyo contenido apareció entre los archivos intervenidos al comisario jubilado José Manuel Villarejo.

Parte de los archivos en forma de conversaciones de WhatsApp entre dirigentes de Podemos terminaron siendo publicados por el digital de Inda en julio de 2016 y, entre otras expresiones, incluía el mensaje privado que compartió el secretario general de la formación morada sobre la presentadora televisiva Mariló Montero, en el que decía que “la azotaría hasta que sangre”. Según ayer adelantó eldiario.es, la Policía Nacional accedió a la redacción de OkDiario tras la presentación por parte de Podemos, que ejerce la acusación popular en la causa que investiga al expolicía en prisión preventiva, de un escrito ante el Juzgado Central de Instrucción numero 6 de la Audiencia Nacional. Requisado el material que pudiera conservar ese medio de comunicación, los agentes habrían trasladado al medio la prohibición de publicar más contenido procedente del móvil de Bousselham.

La asesora de Iglesias denunció el robo de su celular, si bien el dispositivo no fue hallado hasta los registros de la operación Tándem, a finales de 2018, tras la que fue detenido el excomisario. El juez Manuel García Castellón llamó posteriormente a la Audiencia Nacional tanto a Iglesias como a Bousselham, que se personaron como acusación particular. Ya en su primera declaración, Iglesias deslizó la existencia de una trama mediática en torno a Villarejo para desacreditar a Podemos, conformada por periodistas de diferentes medios que hacían públicos los chivatazos del ex alto cargo del CNP. Entre otros asuntos, el líder morado apuntó que el presidente del Grupo Zeta, Antonio Asensio, se puso en contacto con él para advertirle de que había llegado a una de las revistas del grupo mediático el contenido del teléfono y le hizo entrega del mismo porque no se iba a publicar. Citado como testigo, el propio Asensio confirmó este asunto.

¿Una red periodística? Las filtraciones que habría protagonizado Villarejo, y no solo contra Podemos, van salpicando a algunos profesionales de la comunicación y la policía ya investiga si tejió una red mediática a si favor. Es el caso de Alberto Pozas, dimitido director general de Información Nacional de la Secretaría de Estado de Comunicación del gabinete de Pedro Sánchez y exdirector de Interviú, por haber recibido un pendrive con datos del teléfono robado a la asesora de Iglesias. Su renuncia se hizo pública este viernes, tres días antes de que declare en la Audiencia Nacional.

Los diversos sumarios abiertos en torno a Villarejo alcanzan a más periodistas. Tanto es así que la Justicia deberá dictaminar si el excomisario se valió de los medios o, por el contrario, los comunicadores eran parte de su red. No en vano, durante ese mismo año 2016 en el que a Bousselham le fue sustraído su móvil también a aparecieron diversas informaciones del Informe PISA, acrónimo de Pablo Iglesias Sociedad Anónima, según el cual el partido se habría estado financiando con dinero venezolano y al que ningún juez o fiscal dio credibilidad.

Los investigadores judiciales también apuntan a otras exclusivas bajo la sombra de Villarejo como la grabación a la “amiga entrañable” del rey emérito Juan Carlos I, Corinna zu Sayn-Wittgenstein; los pagos que algunos periodistas por informaciones sobre Guinea Ecuatorial, como por ejemplo, Alfonso Rojo de Periodista Digital, con quien el comisario ahora en prisión firmó un contrato de más de 3.000 euros al mes por escribir a favor de los intereses del hijo del dictador Teodoro Obiang o al exsubdirector de Interviú Daniel Montero. En el sumario consta un contrato de más de 2.200 euros al mes. Por último, la jueza del sumario de Tándem ya tiene además en sus manos el audio que demuestra que Villarejo facilitó a sus “infiltrados” Inda y el que fuera su compañero en El Mundo, Esteban Urreiztieta, una grabación ilegal, para obstaculizar la Justicia en la causa abierta contra Francisco Nicolás Gómez Iglesias, más conocido como el pequeño Nicolás. - Agencias / D.N.