pamplona - Después de varias décadas azuzando el miedo a que vienen los vascos sin mucho éxito, UPN recurre ahora a fabular el relato de que Navarra lleva camino de convertirse en Catalunya si el cuatripartito continúa en el Gobierno foral. De esto y de casi nada más habló ayer el candidato de Navarra Suma, Javier Esparza, en el acto celebrado en la plaza Consistorial de Pamplona con la participación de la portavoz de Ciudadanos, Inés Arrimadas, como estrella invitada. Otra paracaidista que trae la derecha a la campaña electoral -sólo un día después de que se tomara un vino en la vieja Iruña el presidente del PP, Pablo Casado-, que eludió hablar de su reiterada postura contraria al régimen foral y a su autogobierno.

Fue el portavoz de la formación naranja en Navarra y número tres en la coalición que comparte con UPN y PP, Carlos Pérez-Nievas, quien pasó de puntillas sobre este espinoso asunto, aunque sin desaprovechar la ocasión de mantener avivado el fuego. El que fuera consejero del Gobierno foral en las filas del extinto CDN avanzó que “el documento firmado por Albert Rivera y Esparza no va a hacer que nos callemos en la críticas al Cupo vasco”, que en su opinión no tiene “nada que ver” con el Convenio navarro, pese a se trata de herramientas similares en la bilateralidad económica de ambas comunidades con el Estado.

retahíla de falsedades Pérez-Nievas fue el encargado de abrir, con 20 minutos de retraso, un acto político de media hora escasa y que apenas reunió a unas 300 personas incluidos los paseantes que escucharon algunas de las falsedades de Arrimadas. Construyó toda su intervención desde la premisa de que “el único proyecto del nacionalismo es que Navarra deje de ser Navarra” y de que aquí “se quiere hacer lo mismo que en Cataluña”.

Arrimadas se permitió decir que el cambio político de 2015 ha traído a Navarra “pérdida de libertad”, “imposición de requisitos absurdos”, “adoctrinamiento en las escuelas”, etc. E incluso se atrevió a calificar de “valientes” a quienes militan en el frente de derechas, como si en Navarra viviéramos en una sociedad atemorizada.

Y con este mismo hilo argumental tomó el testigo Esparza para clausurar el acto de una coalición que, lejos de transmitir ilusión, más bien parece ser una alianza forzada.

reproches a esparza Sin una sola propuesta en positivo de quien fue consejero del Gobierno de Barcina, aquel Ejecutivo que dejó a Navarra en riesgo de insolvencia económica, Esparza recuperó a ETA para meterlo en su campaña. Algo que incluso fue reprochado con insistencia por un señor que estaba cerca de las primeras filas y que le dijo que votaría a Vox.

“Ahora que ETA ya no mata, el modelo que tiene el nacionalismo es Cataluña”, proclamó Esparza, quien dijo que a partir del 26 de mayo las dos opciones: “Seguir con un gobierno sectario” u otro que “traiga prosperidad”, añadió quien no dejó precisamente el recuerdo de haber sido un buen gestor para Navarra.

el círculo navarro presiona al psn

Acuerdo con Navarra Suma. El Círculo de Navarra (CN) en Madrid, integrado fundamentalmente por empresarios y profesionales liberales, se ha sumado a las presiones que ya recibe el PSN desde otras esferas para que llegue a un acuerdo con UPN, PP y Ciudadanos tras las elecciones. En un manifiesto titulado Por una Navarra moderna y constitucional, esta “iniciativa de la sociedad civil” subraya “la importancia de que los navarros voten con responsabilidad y lo hagan a aquellos partidos que trabajan por una Navarra con personalidad propia y dentro de España”. Joaquín Villanueva es el presidente del CN; Ignacio Salinas, el vicepresidente; y Miguel Iraburu, el coordinador del Comité Económico, quien no obstante reconoce que el PIB del primer trimestre “ha crecido en Navarra cuatro décimas más que en el Estado”.