pamplona - ERC consumó ayer su prometido veto a la designación de Miquel Iceta como senador para que pudiera presidir la Cámara Alta y ha provocado que aumente la distancia entre Pedro Sánchez y el independentismo, un divorcio que tanto el PP como Ciudadanos coincidieron en calificar de “fingido”. El descarte de Iceta en el Parlament con los votos de los partidos independentistas volvió a centrar ayer los discursos y los cruces de acusaciones entre los líderes políticos y los candidatos del 26-M en una jornada que también estuvo marcada por las reacciones a la detención en Francia del histórico dirigente etarra Josu Ternera. El presidente del Gobierno en funciones y líder del PSOE, Pedro Sánchez, no dio pistas sobre cuál será su apuesta para ocupar ese puesto, como tampoco avanzó quién presidirá el Congreso y estará al frente de una Mesa en la que no van a estar los independentistas.

A pesar del visible alejamiento, ERC desvinculó el veto a Iceta de las negociaciones que pueda tener este partido con los socialistas para la investidura de Sánchez. La investidura del líder del PSOE requerirá al menos los votos de Unidas Podemos y los republicanos para que salga adelante y Rufián garantizó que el presidente en funciones puede estar tranquilo: “Son negociaciones aparte”, de manera que “no afecta a la Mesa ni a la investidura”, comentó el portavoz adjunto de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián.

La incomodidad con el veto de Iceta en la formación republicana en el Congreso se evidencia en la voluntad de Rufián de que este asunto no pase de ser “un chubasco que tiene que pasar rápido”. Los diputados de ERC en Madrid creen que este episodio en ningún caso puede acabar suponiendo un freno a la investidura de Sánchez que pudiera desembocar en una “posible repetición electoral”, porque esto aumentaría el riesgo de que “el fascismo vuelva al poder”, alertó.

Iceta avisó a los independentistas de que el bloqueo de su designación como senador autonómico “puede dificultar la relación entre partidos” y “enrarecer” el inicio de la legislatura en España: “Es difícil que todo siga igual”, subrayó el líder socialista para quien el no inédito de ERC y JxCat al nombramiento de un senador “vuela puentes” y es un “freno” para la Cataluña “moderna” que quiere diálogo.

En la derecha, en cualquier caso, no se creen que el presidente y los soberanistas den por rota la posibilidad de acuerdo. De “divorcio fingido” habló la cabeza de lista del PP a las europeas, Dolors Montserrat, para quien todo, en este caso, “es puro teatro electoral”. El líder del PP, Pablo Casado, hizo una advertencia a Sánchez, la de que no podrá colmar el “ansia” de “romper España” del “tigre” del nacionalismo, que le puede acabar “devorando”.

Albert Rivera también expresó sus reservas al supuesto cisma entre Sánchez y el independentismo. El líder de Ciudadanos cree que Sánchez “finge que se pelea” con los separatistas hasta que se celebren las elecciones municipales, autonómicas y europeas, y el 27 de mayo se sabrá “qué han tramado y qué concesiones y cesiones han pactado”.

Tras el intento fallido de Sánchez por situar a Iceta como presidente del Senado, el PSC ha pedido amparo al Tribunal Constitucional (TC) y la ejecutiva federal del PSOE se reunirá mañana para aprobar sus propuestas a la mesas del Congreso y el Senado y a la dirección de ambos grupos parlamentarios. En el PSOE dan por seguro que Adriana Lastra y Ander Gil repetirán como portavoces parlamentarios, mientras que con el fiasco de Iceta vuelve a cobrar fuerza la apuesta por Cristina Narbona para presidir el Senado, nombramiento que sería provisional en tanto se pronuncien los tribunales, mientras que para el Congreso el nombre que suena es el de la ministra Margarita Robles aunque no se descarta a la vicepresidenta, Carmen Calvo. - D.N.

25

Votos a favor. El Parlament, en una decisión inédita en su historia y en la del parlamentarismo español, rechazó ayer la designación de Miquel Iceta como senador por 25 votos a favor, 65 en contra y 39 abstenciones. La mayoría independentista usó su peso en la Mesa para forzar que la votación fuera electrónica y secreta, aunque tanto Junts per Catalunya como Esquerra y la CUP ya habían anunciado su voto negativo.

29

Ratificaciones. De las 29 veces que la Cámara catalana ha designado senadores autonómicos, en todos ellos se ha tratado de una ratificación de las propuestas de los partidos.