pamplona - Joseba Asiron mantiene intactas las posibilidades de revalidar la Alcaldía que consiguió en 2015 gracias al apoyo de Geroa Bai, Aranzadi e Izquierda-Ezkerra. El candidato de EH Bildu y actual regidor de la capital está en condiciones de continuar al frente de Pamplona con los apoyos de las mismas siglas, a las que puede unirse Podemos, pero reforzado por el ascenso de su candidatura.

Si hace cuatro años logró liderar el cambio al sumar a sus cinco escaños otros cinco de Geroa Bai, tres de Aranzadi y uno de Izquierda-Ezkerra (I-E), ahora también tiene opciones de reunir los 14 votos que le garantizarían renovar el cargo en una corporación municipal de 27 concejales.

De acuerdo con la encuesta que Gizaker ha elaborado para este periódico, el ascenso de EH Bildu, que gana los dos asientos en el Consistorio que pierden entre Aranzadi e I-E, permitiría a las fuerzas del cambio conservar el gobierno municipal. La lista de Asiron, que en 2015 fue escogida por el 16,6% de los pamploneses y recibió casi 17.000 votos, sube más de cinco puntos porcentuales (llega hasta el 22,1%) y alcanza los siete concejales. Un incremento absolutamente determinante para continuar al frente del municipio y que supone el reconocimiento de la ciudadanía a su labor.

También conserva su espacio Geroa Bai, que repite los cinco concejales que obtuvo en la anterior convocatoria electoral. Tanto entonces como ahora lo hace con Itziar Gómez de candidata. El sondeo le pronostica una tímida subida porcentual desde el 15,7% hasta el 16,4%, que no se traduce en mayor representación.

la izquierda no nacionalista Las mayores dudas de la encuesta se centran, como era previsible, en el comportamiento que pueda tener en las urnas la izquierda no nacionalista, que acude más dividida que nunca. Si hace cuatro años fueron Aranzadi e I-E quienes concurrieron, ahora Podemos se suma a este espacio, con el riesgo añadido de que alguna de ellas no supere el 5% de los votos, que es el mínimo exigido por ley para acceder a un ayuntamiento.

En la cita de 2015, Aranzadi fue identificada para muchos electores como la lista de Podemos y sacó tres escaños. Después de una legislatura no exenta de tensiones con sus socios de gobierno, la candidatura municipalista puede perder entre uno y dos concejales, al caer su representación del 9,5% al 6,7%. Una pérdida de casi tres mil votos de los 9.500 que logró en 2015.

La fragmentación también supone una amenaza para I-E, una coalición asentada hasta ahora en Pamplona, que ve peligrar su continuidad al estar en el 4,4% del voto. Y Podemos, ausente en la cita de 2015, está muy cerca de acceder al Consistorio de acuerdo este estudio demoscópico, que cifra su apoyo electoral en el 4,8%, por lo que solo dos décimas le separan de tener representación en Pamplona.

la derecha, anclada Los partidos que han estado en la oposición tienen serio riesgo de seguir ahí cuatro años más. UPN, ahora en Navarra Suma, no es capaz de subir de los diez escaños que tuvo hace cuatro años. Pese a que la coalición de derechas evita que los votos de PP y Ciudadanos -que en 2015 lograron entre los dos algo más de 7.500 (el 7,5%)- no se pierdan, sí lo hacen los que llegan a Vox, que se queda con el 4,5%. En total, la formación de extrema derecha recibe más de la mitad de los sufragios que se van de Navarra Suma, que incluso puede perder un concejal pese a ir en coalición.

Mucho más estable es el apoyo electoral del PSN. Defiende el respaldo que tuvo en 2015 como si se tratara de una foto fija. Del 10,6% pasa al 10%, un leve descenso sin repercusión alguna que le deja con los tres concejales que tenía.