pamplona - El candidato de Podemos, Mikel Buil, apuesta por mantener fuerte al cuatripartito, “donde estamos cómodos”, pero no descarta a nadie en esa ecuación. Eso sí, recuerda que el PSN “no ha apoyado en cuatro años ninguna de las medidas de progreso” y que si finalmente Navarra Suma les da sus votos “tendrá que explicar a cambio de qué”. De cara al 26-M, Buil prefiere no hacer quinielas, pero tiene claro que el resultado de las generales “no es extrapolable a Navarra”.

¿Cómo está yendo la campaña?

-Muy bien. Estoy trabajando con gente que tiene mucha fuerza y está trabajando muchísimo por mantener el proyecto a la altura de las circunstancias.

Es la primera vez que se presenta como cabeza de lista de su formación. ¿Siente mucha presión?

-Siento la responsabilidad de representar, pero también es verdad que durante estos últimos cuatro años me ha tocado representar en el Parlamento y no lo vivo con presión, sino con responsabilidad.

Se está hablando mucho de las posibles alianzas tras las elecciones. ¿Qué posibilidades baraja Podemos?

-Nos hemos sentido muy cómodos dentro del acuerdo programático con la negociación previa de 2015 y que ha supuesto la hoja de ruta del Gobierno. Ese acuerdo ha sido la base para mantener al cuatripartito unido. Por lo tanto, nuestro entorno natural es el de los 26 parlamentarios y parlamentarias con los que hemos podido conseguir el cambio, porque al PSN se le ha esperado y no ha habido manera de que entrara.

Precisamente, el PSN ya les ha invitado a apoyar su investidura.

-Podemos no es muleta de nadie. Nuestro proyecto implica varias transformaciones y también un cambio de paradigma de la Administración Pública. Todo incluido en los tres ejes que planteamos en nuestro programa de Gobierno. En todo caso salimos a obtener mayor representación dentro del cuatripartito.

¿Entonces ve al PSN como un posible aliado o prevalecerá el cuatripartito sobre todo lo demás?

-Como decía, el cuatripartito ha tenido la mano tendida al PSN durante los últimos cuatro años y no la ha cogido. Ni si quiera ha votado a favor de los cuatro presupuestos en los que hemos conseguido inyectar 400 millones en el sistema educativo, en el sistema de salud y en derechos sociales. No se ha posicionado a favor de la renta garantizada que ha conseguido reducir la pobreza severa, y que está especialmente diseñada para atajar la pobreza infantil. Además, ha cuestionado los complementos a las pensiones, tras conseguir que ningún pensionista en Navarra esté por debajo de los 700 euros, eso es un hito en el Estado. Y en definitiva, no ha acompañado todas las reformas de progreso que hemos impulsado los últimos cuatro años.

Entonces no lo ve como un aliado en ningún escenario.

-(Silencio prolongado) Los acuerdos que hace Podemos los hace en función del programa de gobierno. Si conseguimos que un gobierno trabaje en función de nuestras tres principales prioridades no nos importa de quién se componga. No nos importa quién, sino el qué. Y no nos vendemos por cuatro sillones, la cuestión es lo que el Gobierno trabaje por desarrollar.

Por lo tanto sí se sentarán a hablar con el PSN si los números así lo plantean, incluso con el veto a EH Bildu.

-Creo que el PSN se equivoca poniendo vetos y líneas rojas previamente y esa equivocación nosotros no la vamos a cometer. Nosotros somos una herramienta transversal que lo que busca es poner a trabajar a un gobierno al servicio de la gente. Por lo tanto, si consensuamos objetivos de gobierno que consigan transformar y luchar contra la desigualdad, contra el cambio climático y ampliar los derechos, podremos hablar con cualquiera.

¿Hasta qué punto un acuerdo Podemos-PSOE en el Estado puede condicionar las alianzas en Navarra?

-No lo puede condicionar. Nuestra estructura es federal y hace soberano a cada territorio en sus decisiones.

¿Y cuál es el escenario que baraja tras el 26 de mayo?

-Nosotros estamos trabajando por que el cuatripartito salga adelante con mayor peso de Podemos. Es por coherencia política, por lo que hemos visto en estos cuatro años donde el PSN no ha acompañado ninguna de las políticas progresistas.

Pero María Chivite se presenta como la única opción progresista que puede gobernar...

-Lo que tengo claro es que han pedido muchos créditos a los bancos para hacer una campaña en la que dicen que son progresistas.

También existe la posibilidad de que Navarra Suma apoye a la candidata del PSN.

-Ya lo ha dicho Esparza. Ahora María Chivite tiene que decir a cambio de qué aceptará los votos de Navarra Suma. Esa es la pregunta que hay que hacerse. Lo que no podemos es extrapolar los resultados de Sánchez a Navarra, porque no va a tener los mismos resultados y me temo que Chivite se ve con un gobierno en solitario apoyado por todos. Bueno, tendremos que ver a cambio de qué le dan sus votos UPN, PP y Ciudadanos.

En el caso de que el cuatripartito logre la mayoría, ¿le gustaría repetir la fórmula de gobierno o prefieren estar dentro del Ejecutivo?

-Lo que nos planteemos el 26 dependerá de los resultados, pero estamos preparados para entrar en un gobierno de coalición perfectamente. Dependerá de la fuerza que tengamos para negociar. Cuanta más fuerza tengamos mayor capacidad de incidencia y mayor capacidad para estar en un gobierno, pero eso lo tiene que decidir la gente.

¿Sigue manteniendo que Geroa Bai ha sido un freno para el cambio?

-Creo que cuando te hacen una entrevista tú la respondes de forma llana y sincera y después se hace un titular. Pero cuando dije que Geroa Bai había sido freno, me refería a que dentro de las negociaciones, que hemos llevado lealmente durante miles de horas estos cuatro años, el proyecto de Geroa Bai tira hacia un modelo de desarrollo diferente que el que proponemos nosotros. Se han dado tiras y aflojas planteando diferentes ritmos y, en algunos casos, diferentes modelos. Pero el titular no me pareció justo. No creo que Geroa Bai haya sido un freno para el cambio. Todos nos hemos frenado unos a otros en distintas cuestiones.

La oposición dice que este Gobierno ha sido sobre todo nacionalista. ¿Qué opinión le merece?

-La oposición gasta mucho dinero que pide a los bancos en ocultar algo, y es que el eje nacionalista a ellos también les implica. Y ellos sí han llevado a cabo discursos en función de la nacionalidad que han sido excluyentes. Han defendido cuestiones como el 155, se han agarrado a la bandera española para tapar sus vergüenzas y sus mensajes no favorecen que la Navarra diversa se vea bien representada en las instituciones.

Es una de las fuerzas que más apuesta por seguir avanzando en la reforma fiscal. ¿No teme que esto pueda espantar a algunos votantes?

-No, porque la sociedad navarra es madura en este sentido y entiende que la demagogia de la derecha, que solo habla de bajar o subir impuestos, no se ajusta a la realidad. Hay que hablar de a quién se le sube y a quién se le bajan. Nosotros planteamos una fiscalidad del siglo XXI que afecta a las transacciones bancarias, inmobiliarias y que genera impuestos adaptados a la realidad económica. Eso es vital para una hacienda pequeña como la nuestra que tiene la obligación de fiscalizar. Nosotros hemos bajado los impuestos al 85% del tejido productivo que son las pymes y se los hemos subido al 15% de las grandes empresas, que son 700.

Javier Esparza les acusa de haber esquilmado a la clase trabajadora.

-Eso no es verdad, no se sostiene. Las clases trabajadoras hoy tienen mejores servicios públicos, sanitarios, una garantía de derechos mayor, y eso es lo que la ciudadanía tiene que valorar en estas elecciones. Me hace mucha gracia cuando dice esto el señor Esparza porque él y el PSN dejaron prácticamente en quiebra técnica la Hacienda Foral con el incremento de la deuda y debido a su reforma fiscal que no recaudaba lo suficiente. Esto lo dijo la Cámara de Comptos y con sus recomendaciones hicimos la reforma fiscal.

Han sido cuatro años intensos. ¿Ve a Navarra muy cambiada?

-Sí. Veo a la sociedad más relajada, con más cotas de bienestar, aunque aún hay mucho que hacer. Lo que esconden las grandes macrocifras son desigualdades cuando observamos de cerca, como la brecha de género, la precariedad o la desigualdad territorial. Nuestro programa plantea un cambio de modelo productivo para descentralizar la inversión y trabajar con la Navarra vacía, la que se está despoblando.

¿Y qué medidas plantean para esa Navarra vacía?

-Lo primero un paquete de servicios por ley. Lo siguiente priorizar la inversión, tal y como se ha hecho hasta ahora en Pamplona y el centro de Navarra. Ahora planteamos que eso ya está resuelto y que hay que avanzar en la inversión de fuera hacia dentro. Para ello son importantes varias fuentes de riqueza: el cuidado del medio ambiente, energía sostenible, la gestión de residuos, gestión de contaminación o producción local. Esto puede suponer un desarrollo rural muy importante. También hay otras fuentes de riqueza como la creación cultural y la economía de los cuidados dignificando las condiciones del sector.

En la Ribera el voto a Vox ha sido más relevante, ¿cree que en esta zona se han visto los cambios a mejor que indica?

-En esta zona ha habido una campaña muy fuerte contra el euskera basada en fake news -noticias falsas-. Tuvimos que ver esa manifestación en la que decidían que íbamos a sustituir los símbolos de Navarra, cosa que no ha pasado. Nosotros derogamos una prohibición, pero garantizamos que lo símbolos oficiales permaneciesen en su sitio. Creo que se ha hecho una campaña enorme de fake news para demonizar el euskera, especialmente en la Ribera, cuando, si excluimos educación, nos encontramos que la exigencia del requisito del euskera no supera el 1%. También se ha jugado a amenazar con la cuestión territorial, derivada del miedo a lo que ocurre en Catalunya, que también ha calado en la Ribera. Pero nada de eso ha ocurrido, los símbolos siguen estando donde estaban, el acceso a la función pública sigue siendo igualitario, y Navarra sigue siendo Navarra.

La legislatura de Podemos en el Parlamento foral no ha sido precisamente aburrida. ¿Cree que las polémicas que han vivido les pueden perjudicar?

-Las polémicas vividas las hemos sufrido los cargos, pero sobre todo los votantes también nos están diciendo que agradecen la autocrítica. Nos ha servido para madurar y crecer.

¿Cuál es su quiniela para el 26-M?

-Que Navarra Suma no suma porque por mucho que lo intenten no puede ser que haya tres grupos políticos en los que el señor Esparza no visita a Casado; Casado felicita a Barcina; que unos estén de acuerdo con la eutanasia y otros no; unos de acuerdo con la foralidad y otros no. Yo creo que eso no suma por ningún lado. Pero lo que me temo es que sus votantes van a desplazarse hacia el PSN. Y por nuestra parte tengo el deseo de liderar el cuatripartito y un programa de gobierno.

“El PSN no ha acompañado las reformas de progreso que hemos impulsado los últimos cuatro años”

“Estamos trabajando por que el cuatripartito salga adelante con mayor peso de Podemos”

“Nos hemos sentido muy cómodos dentro del acuerdo programático, ha sido la base para la unidad”

“Estamos preparados para entrar en un Gobierno de coalición, pero eso lo tiene que decidir la gente”

“Las clases trabajadoras hoy tienen mejores servicios públicos, sanitarios, una garantía mayor de derechos”

“UPN y PSN no favorecen que la Navarra diversa se vea bien representada en las instituciones”

Personal: Nacido en Pamplona el 5 de noviembre de 1979, tiene 39 años, está casado y con un hijo.

Experiencia profesional: Técnico superior de intervención social, trabajador social y sociólogo, ha trabajado más de diez años con el tejido asociativo de Navarra en constante contacto con la Administración Pública para desarrollar su labor.

Aficiones: La música, en concreto tocar el piano y la guitarra. También disfruta tomando el vermut con su familia y de vez en cuando jugando a la Playstation.