pamplona - Pese al ruido mediático y las presiones de la derecha, María Chivite parece decidida a mantener su promesa de que liderará un gobierno progresista. Y, si finalmente no puede hacerlo -es necesaria la abstención de EH Bildu, con los que el PSN dice que ni siquiera se va a reunir-, lo que sigue afirmando es que tampoco facilitará la llegada al poder de Navarra Suma, por lo que Esparza ve prácticamente anuladas sus posibilidades.

“La única opción que tiene Esparza es consiguiendo el apoyo de EH Bildu”, afirmó ayer Chivite, que le dio la vuelta a las declaraciones en las que Esparza volvía a presionar al PSN diciendo que necesitarán un apoyo de EH Bildu que “no será gratis”. De hecho, Esparza apeló ayer a la intervención de Ferraz -“Es un partido federal y entiendo que lo que marca Ferraz es importante”, subrayó- y sacó a colación a ETA para redoblar la presión, recordando que el PSN “se ha visto de nuestro lado defendiendo la libertad y la democracia, y frenando a quienes aplaudían a los asesinos de ETA y a los que los justificaban”.

No parece, a tenor de las declaraciones de Chitive, que vaya a ser suficiente. “No ha entendido nada de lo que han votado los navarros”, contestó la líder del PSN. “La mayoría apuesta por un gobierno de progreso, que respete la pluralidad, y sobre todo que se sustente en un proyecto de futuro para la prosperidad de nuestra tierra, y no en el viejo y desilusionante discurso del miedo y las mentiras”, consideró, poco antes de concluir que “Esparza, igual que en campaña, se dedica a mentir a sabiendas”, porque el PSN “no negociará nada con EH Bildu”. “Ni para la conformación del Gobierno de Navarra, ni para los ayuntamientos”, parece que confirmando que el partido soberanista perderá muchas de las alcaldías de las que dependería un voto del PSN, como Tafalla o Estella.

vuelta a 2011 En cualquier caso, fue la respuesta después de que Esparza la acusara de llevar a Navarra “a un gobierno que va a estar en manos del nacionalismo, en manos de EH Bildu”. Para evitar eso, Esparza volvió a ofrecer al PSN un gobierno “constitucionalista”, cada vez parece que con más guiños hacia los socialistas. Por de pronto, el líder de Navarra habló ayer de la posibilidad de armar un “gobierno conjunto”, y hacer “equipos de trabajo bajo un programa”. Es decir, un gobierno compartido en toda regla, la misma fórmula que fracasó en 2011. “Vamos a hacer política desde el sentido común”, apeló Esparza, casi a la desesperada. “Otra cosa nos lleva a la inestabilidad y a caer en la mano de los radicales”, concluyó. - D.N.