pamplona - Ciudadanos exigirá un nuevo modelo de financiación que descarte “cualquier pacto bilateral” entre el Gobierno de España y el de una comunidad para llega a acuerdos con el PP y el PSOE. Así consta en el documento aprobado ayer por el Comité Ejecutivo, que incluye entre las líneas de negociación en los distintos territorios tras las elecciones municipales y autonómicas del pasado 26 de mayo la supresión, de facto, del Convenio Económico. El socio de UPN en Navarra y Madrid ya cuestionaba en su acuerdo electoral con los regionalistas y el PP la transparencia y solidaridad del convenio, y pedía que el Estado (la Airef) fuera el que determinara la aportación anual. En concreto la formación naranja reclamará a PP y PSOE un nuevo modelo de financiación autonómica “más justo, transparente y sin privilegios para los nacionalistas” en el que todas las autonomías contribuyan de manera “equitativa” a la solidaridad territorial, y rechazar “cualquier pacto bilateral”.

Los miembros de la Ejecutiva también acordaron por unanimidad que el socio preferente para negociar sea el PP, excluyendo a Vox de cualquier acuerdo, La decisión de la dirección nacional de Ciudadanos de no sentarse en mesas de negociación con Vox ha puesto el freno a los posibles pactos de la derecha en las comunidades autónomas y los ayuntamientos, que no serán posibles si ninguna de las dos formaciones cede en sus planteamientos. Ciudadanos, además, asegura que su socio preferente es el PP pero admite la posibilidad de pactar “excepcionalmente” con los socialistas en determinados territorios si se avienen a sus propuestas.

El veto expreso de Cs a negociar con Vox y trasladar así la presión al PP ha apaciguado las voces internas discrepantes, que no comulgaban con una estrategia global de pactar solo con el PP y que no cerrara la puerta a un entendimiento con el partido de Santiago Abascal. Sí están más o menos cómodos con un pacto “a la andaluza”, con Vox respaldando la investidura, pero para algunos dirigentes la estrategia de negociar con la ultraderecha era contraproducente.

El PSOE celebró que Cs, que puede ser la llave en varias comunidades y ciudades, acepte retirar el cordón sanitario al PSOE. Y la dirección socialista, por otro lado, confirmó que se desmarca de las negociaciones de la candidata socialista en Navarra, María Chivite, para formar Gobierno en esta comunidad porque la llave de la gobernabilidad estaría en manos de Bildu, y ese partido es la “línea roja” para Ferraz.

A doce días de la constitución de los ayuntamientos, los partidos encaran esta semana que debería ser decisiva para avanzar en los pactos locales, sin prejuicio de que se muevan también las negociaciones autonómicas y las que necesita hacer Pedro Sánchez para su investidura. Mientras la negociación nacional está aparentemente parada a la espera del inicio de las consultas, las territoriales se vieron ayer marcadas por la decisión tomada por unanimidad por la Ejecutiva de Ciudadanos. El partido naranja decidió que no se sentará a negociar acuerdos de gobierno con Vox en ninguna mesa “a tres” como plantea el PP, y rechaza también llegar a pactos de gobierno tripartitos.

El secretario general de Cs, José Manuel Villegas, explicó que su formación buscará acuerdos de manera “preferente” con el PP y “excepcionalmente” con el PSOE siempre y cuando asuman sus pretensiones programáticas. De esta manera, la dirección del partido apuesta por la fórmula ya utilizada en Andalucía, un Ejecutivo en coalición con el PP, con el apoyo de los de Abascal con los que no les importa sentarse simplemente “a explicarles los acuerdos que hayan cerrado con el PP”, pero sin abrir ningún tipo de negociación con ellos. Igual que harán con Podemos, grupo en el que encuadran también a Mas Madrid, de Manuela Carmena e Íñigo Errejón.

Vox, por su parte, ha advertido de que para que haya acuerdos tendrán que ser firmados por los tres partidos. “Seremos razonables y flexibles, pero no vamos a admitir que nos enseñen un documento como si se tratara de un trágala”, advirtió el líder de Vox, Santiago Abascal, quien recalcó que su partido no quiere “una foto con Rivera ni con ningún representante de Ciudadanos”, sino “hacer política” y que quienes les han votado se sientan representados.

Fue el PP, por boca de su secretario general, Teodoro García Egea, quien anunció que llamaría el lunes a Cs y Vox para una mesa a tres, pero no parece que por el momento se vaya a producir, a la vista de las posición expresada por Villegas. En el PP, además, están convencidos de que los pactos de los tres partidos saldrán adelante a pesar de estas reticencias que ayer mostraron públicamente tanto Vox como Ciudadanos. Así lo transmitieron el líder del partido, Pablo Casado, y el secretario general, Teodoro García Egea, en una reunión con los presidentes y secretarios provinciales del partido, ante quienes se mostraron optimistas sobre las posibilidades de llegar a acuerdos.

Y mientras por la derecha el diálogo parece frenarse, desde el PSOE celebraban la disposición de Ciudadanos a pactar y retirar el cordón sanitario a los socialistas, como apuntó la vicepresidenta del Gobierno. Carmen Calvo confirmó lo que ya había dicho Ferraz por la mañana al desmarcarse de las negociaciones de Chivite en Navarra, al insistir en que su partido no llegará a acuerdos con Bildu. - D.N.