pamplona - El Gobierno y la asociación de víctimas Covite han denunciado este lunes ante la Fiscalía de la Audiencia Nacional los homenajes que se han celebrado este fin de semana en Gipuzkoa a dos etarras tras su salida de la cárcel, que también han sido rechazados por el Gobierno Vasco y el lehendakari. La Delegación del Gobierno en Euskadi ha hecho efectivo el anuncio manifestado ayer por el Ejecutivo de Pedro Sánchez para que la Fiscalía investigue estos actos celebrados en Hernani, donde se dio la bienvenida al dirigente de ETA José Javier Zabaleta Baldo, y en Oñati, donde el recibido fue Xabier Ugarte Villar, uno de los secuestradores de José Antonio Ortega Lara.

La Fiscalía cuenta ya con toda la información policial sobre ambos actos que la portavoz del Gobierno central, Isabel Celaá, calificó de “inadmisibles” por ser una “insoportable afrenta a la sociedad y a las víctimas del terrorismo”. Precisamente, el colectivo de afectados por el terrorismo de la CAV, Covite, que documenta 17 actos de este tipo este año, también los ha llevado a la Audiencia Nacional porque considera que pueden constituir un posible delito de enaltecimiento del terrorismo y de humillación a las víctimas.

Estos actos han suscitado las críticas de partidos y de instituciones, entre las que destaca la del Gobierno Vasco, que ha exigido a la izquierda abertzale que deje de organizarlos. El Gobierno vasco dio ayer un paso al frente para urgir a la izquierda abertzale el cese de inmediato de homenajes a los presos de ETA a su salida de la cárcel. Se lo pidió por una cuestión ética y de empatía con las víctimas, sin entrar en el debate jurídico sobre la legalidad o no de estos actos.

públicos El llamamiento llega tras un fin de semana marcado por la acumulación de homenajes, con los de Hernani y Oñati envueltos en una parafernalia llamativa, con bengalas y pasillos humanos, de manera que las convocatorias desbordaron la categoría de meros actos familiares de recibimiento en un ámbito privado, y entraron en el terreno de la exhibición pública. Estos actos suponen reactivar los homenajes tras varios meses de perfil bajo. Las imágenes despertaron el rechazo general de la política, desde los socios PNV y PSE, hasta Podemos y PP. Incluso EA, una de las integrantes de EH Bildu, volvió a desmarcarse como ya lo hiciera en el pasado puntualizando que los homenajes no deben herir sensibilidades.

La controversia comenzó el sábado en Hernani con el acto por Baldo. Fue a más el domingo, con el homenaje en Oñati a Ugarte, que abandonó la cárcel tras 22 años de condena. La cuenta de Twitter del ayuntamiento de Oñati, gobernado por la izquierda abertzale, compartió la noticia de su llegada. El Ejecutivo español de Pedro Sánchez, muy presionado por una derecha española que le restriega las abstenciones de EH Bildu en su investidura y en la posible proclamación de Chivite en Nafarroa, lo ha puesto en conocimiento de la Fiscalía, que investigará lo sucedido. La asociación de víctimas Covite ha acudido a la Audiencia Nacional apuntando a los dos ayuntamientos. Estos homenajes han entrado en la coctelera política de las investiduras, lo que incrementa su repercusión pública en Madrid. La izquierda abertzale, por su parte, hace equilibrios con el discurso pragmático que supone regalar sus abstenciones a cambio de nada para homologarse como un actor político más.

El Gobierno vasco exigió a la izquierda abertzale que resuelva de inmediato el asunto de los homenajes a nivel interno porque no admite más dilación. Lo hizo por boca del secretario general de Convivencia, Jonan Fernández, en Radio Euskadi, y por boca del lehendakari en un acto público. Ambos aclararon que, más allá del debate jurídico que pueda haber, porque efectivamente estos homenajes no se suelen saldar con reproches penales, lo que se debe tener en cuenta es el dolor que causan a las víctimas. Además, recordaron que el Parlamento Vasco ya rechazó estos homenajes en 2018, con la abstención de Bildu. “No podemos mirar a un futuro de convivencia si no hay un mínimo de ética. Aprovecho la ocasión para exigir a quienes organizan este tipo de actos que, si tienen un mínimo de sensibilidad humanista, piensen también en el dolor y sufrimiento de las víctimas. Mi rechazo absoluto a este tipo de actos”, dijo el lehendakari, quien hizo pública su “repulsa por el acoso sufrido por los profesionales de los medios de comunicación que se pudo dar en Oñati”. Fernández compartió el “dolor y la indignación” de las víctimas. “Este tipo de actos, en 2019, son incompatibles con una mirada al futuro y la convivencia basada en los derechos humanos. Es la hora de pedir a quienes organizan estos recibimientos que dejen de hacerlo de una vez por todas por sensibilidad y respeto a la memoria de las víctimas y el dolor de sus familias. No se debe esperar más y hay que dar pasos firmes”, zanjó.

Este asunto amenaza el crédito de Bildu cuando dice reconocer el daño causado. La cuestión de los homenajes lleva un tiempo generando debate en el seno de la izquierda abertzale, que ha tratado de diferenciar entre homenajes donde se jalee la trayectoria de un preso, y los actos de recibimiento en un entorno familiar. Eusko Alkartasuna llegó a pedir una reflexión para hacer compatible el derecho a ser recibido, y el respeto a las víctimas. Ayer volvió a hacerlo. - D.N.