pamplona - El PSOE y Unidas Podemos fracasaron en su reencuentro de ayer tras más de un mes sin contactos, pero no dan por cerrada la vía de un posible acuerdo y se han emplazado por ello a próximas reuniones para desatascar la investidura de Pedro Sánchez.

Cuatro horas y media duró la primera reunión de los equipos negociadores desde finales de julio, cuando las discrepancias insalvables acerca de cómo formar un Gobierno de coalición echó por tierra la investidura del líder socialista. Las posiciones terminaron tan enconadas que ni PSOE ni Unidas Podemos habían vuelto a hablar hasta ayer.

El presidente en funciones presentó su programa para intentar nuevamente la investidura el martes pasado y anunció que su equipo negociador quería ver al de Unidas Podemos pronto. Contactaron y cerraron la reunión para este jueves en una sala del Congreso de la que no hubo imágenes.

La desconfianza fue evidente en cada detalle y los dos grupos creen que el otro en realidad no está dispuesto a llegar a un acuerdo. Vienen de un fracaso sonoro en julio que dejó heridas muy importantes entre las dos formaciones y en especial entre los dos líderes. Sin embargo, la presión de sus votantes es tan fuerte -el 95% de ellos rechaza la repetición de elecciones, según una encuesta de EL PAÍS en julio- que ambos parecen obligados a intentarlo aunque solo sea para acusarse del fracaso.

Acudieron ambas partes a su reencuentro con los criterios y las prioridades en terrenos opuestos. El PSOE quiere acordar un programa y en todo caso dar a los de Pablo Iglesias la gestión de “altas instituciones del Estado”; en Unidas Podemos creen que el programa es un “paso atrás” y rechazan la oferta de asumir la dirección de esas instituciones.

En la reunión, de cuatro horas de duración, no limaron diferencias y la portavoz adjunta del grupo confederal en el Congreso, Ione Belarra, expresó su “preocupación” por la posición “inamovible” de la delegación socialista, ya que insiste en ser el “partido único” en el Gobierno. “Nos vamos sinceramente preocupadas porque básicamente se han limitado a presentarnos un programa electoral”, dijo Belarra al término del encuentro, en declaraciones a una multitud de medios de comunicación en los exteriores del Congreso.

Además, lamentó que la interlocución socialista se hubiera limitado a presentar “una tercera vía que en realidad es la primera y la única vía que ha mantenido el PSOE”, es decir, “la del partido único”.

Pero el viaje no ha terminado porque, pese a las críticas que profirió contra la actitud del equipo negociador del PSOE, la diputada navarra de Unidas Podemos anunció que las dos formaciones políticas han quedado en tener otra reunión en próximas fechas (sin concretar), y, por tanto, “seguir hablando”.

Fuentes del equipo negociador de Unidas Podemos se mostraron optimistas con el posible devenir del diálogo. Confían en que tienen más tiempo que en julio y que la cita de hoy tenía un final más o menos marcado tras un verano de cruce de declaraciones en los medios.

Belarra fue la voz de un equipo negociador que Iglesias, cara a esta ronda definitiva de contactos ya que el plazo para que haya investidura y se eviten las elecciones vence el próximo 23 de septiembre, ha decidido ampliar con representantes de sus confluencias parlamentarias.

Así, participaron en la reunión de este jueves, además de Pablo Echenique y la propia Belarra, los diputados Jaume Asens, de En Comú Podem; Yolanda Díaz, de Galicia En Común; Juantxo López de Uralde, de Equo; y Enrique Santiago, de IU.

Se vieron las caras con la vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo; con la portavoz socialista en el Congreso, Adriana Lastra; y con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Fue Lastra la que manifestó la impresión del PSOE acabada la reunión. La distancia persiste, pero aseguró que el acuerdo es “factible”, por lo que habrá que seguir trabajando a lo largo de las próximas “horas y días”.

Según sus palabras a la prensa, ese acuerdo podría residir en “algo intermedio entre lo que unos y otros” proponen desde hace unas semanas.

Para que irrumpa el acuerdo, ambas partes se han comprometido a seguir intercambiando papeles y documentos y a tener abierta la comunicación, pero desde la discreción, todo con tal de avanzar hacia “buen puerto”.

Lo que hablaron lo perfiló la portavoz parlamentaria socialista: de las 370 medidas del programa de Pedro Sánchez y del triple mecanismo de garantía de que éste se cumpla, si se consigue: una oficina dependiente del Ministerio de Hacienda, dos comisiones en el Congreso y en el Senado y un tercer sistema de verificación accesible para la sociedad civil.

Fuentes conocedoras del contenido de la reunión confirmaron a Efe que efectivamente las conversaciones sobre dicho programa absorbieron gran parte de las cuatro horas y media de la reunión, pero no sólo, ya que también se abordó la necesidad de que se precise a qué “instituciones” se refirió Sánchez cuando abrió esta veda el martes pasado y en qué consiste “la tercera vía” si no es exactamente igual que la del Gobierno de Portugal, apuntó una fuente. - D.N.

desconfianza hasta en la foto. Los socialistas querían que las cámaras recogieran el encuentro de los dos equipos negociadores antes del inicio de la cita, a lo que Unidas Podemos se opuso al entender que se trataba de “una reunión de trabajo”. Por lo tanto, no hubo fotos, aunque las tres dirigentes socialistas sí quisieron posar por la carrera de San Jerónimo entrando a la reunión y, posteriormente, Ione Belarra, de Unidas Podemos, ya de noche. Foto: E.P.

Elecciones. Entre los dos grupos, parece evidente que Unidas Podemos, o al menos un sector importante, tiene mayor temor a las elecciones, ya que según las encuestas saldría más perjudicado. En el PSOE también hay dirigentes que temen a la repetición electoral, pero la dirección parece convencida de que tendría un buen resultado.

Alternativas. En los próximos días, Sánchez e Iglesias tendrán que tomar decisiones muy difíciles. Podemos tendrá que elegir muy probablemente entre aceptar un Gobierno en solitario del PSOE o forzar unas elecciones. Y el presidente tendrá que hacerlo entre aceptar una coalición o forzar los comicios. Los socialistas trasladan con gran firmeza que la coalición está descartada y Podemos insiste en que no aceptarán nada que no sea un Gobierno compartido.

Ofertas. De momento, ambos señalan que no aceptarán en ningún caso lo que pide el contrario, esto es ni el PSOE asumirá la coalición ni Unidas Podemos el Gobierno en solitario. Pero durante la cuenta atrás habrá muchos movimientos que pueden alterar los planes iniciales.

Plazo. Ambos partidos tienen un margen de apenas dos semanas para alcanzar un acuerdo que evite la repetición electoral, ya que el rey volverá a convocar a los grupos para valorar si algún candidato puede alcanzar la confianza del Congreso para ser investido antes de que las Cortes se disuelvan de manera automática el 23 de septiembre.

Encuestas. En Unidas Podemos están convencidos de que el equipo de Sánchez aprovechará la vuelta de vacaciones para hacer encuestas y que la negociación dependerá del resultado de los sondeos.