Pamplona - UPN celebró ayer en Tudela el tradicional día del partido. Una jornada festiva en la que la formación regionalista reúne habitualmente a más de un millar de militantes entre homenajes, discursos y celebraciones, y que por quinto año consecutivo lo hace desde la oposición. Así ha sido desde que Javier Esparza asumió las riendas del partido, y que ayer aprovechó su intervención para poner en valor los resultados logrados en la triple convocatoria electoral de este año (abril, mayo, noviembre) a las que los regionalistas por primera vez concurrieron sin siglas propias y bajo el paraguas de la coalición Navarra Suma. “Seguimos teniendo el apoyo mayoritario de la sociedad navarra”, defendió Esparza.

La alianza con PP y Ciudadanos ha permitido a UPN aglutinar a toda la derecha y mitigar el efecto de Vox, pero ha dificultado los acuerdos con los socialistas, que hoy por hoy siguen siendo imprescindibles para gobernar en Navarra. Y aunque el cierre de filas sigue siendo total en UPN, al menos públicamente, la perspectiva de otros cuatro años de oposición empieza a pesar cada vez más en un partido acostumbrado a gobernar, y que afronta una legislatura sin influencia en Navarra ni en Madrid.

“Se nos quiere eliminar del debate político e intentan hacer creer que somos extremistas para justificar los injustificable, para esconder sus vergüenzas”, denunció ayer Esparza durante su intervención ante los militantes de UPN, ante quienes defendió su gestión política de los últimos meses. “Pactamos con Ciudadanos y con el PP para conformar Navarra Suma y le ofrecimos al PSOE un acuerdo de investidura y de presupuestos para que España no dependiera de los independentistas y para que Navarra no estuviera en manos de Bildu ni del nacionalismo vasco”, justificó Esparza, que criticó a quienes intentan colocar a UPN “en la radicalidad”.

El líder de UPN se mostró además molesto por quienes, dijo, “se apropian del progresismo” como “una especie de fórmula mágica que todo lo justifica para hacer lo que les viene en gana”. Ante lo que argumentó que su partido “siempre ha defendido el progreso de Navarra y la prosperidad para todos”. “Nunca nos hemos situado en los extremos ni en los radicalismos porque no dan soluciones y significan siempre ruptura de la convivencia”, afirmó Esparza, que acusó al PSOE de “echarse en brazos del nacionalismo y del independentismo rupturista y radical que quiere que Navarra sea anexionada por Euskadi”. “El PSN no ha dudado en gobernar aceptando los votos de Bildu y, con ello, dejar a Navarra en manos de los independentistas más radicales de España”, apuntó.

Frente a todo ello, y ante una nueva legislatura de oposición, Esparza reafirmó su apuesta por ir de la mano de PP y Ciudadanos en una coalición que UPN “lidera manteniendo su plena identidad”. Y que “ha significado que nunca como ahora España haya estado tan pendiente de Navarra”.