Pamplona - Los beneficios fiscales, el conjunto de deducciones e incentivos tributarios que recoge la legislación navarra, ascenderán este año 1.512 millones menos de ingresos para la Hacienda Foral. Supone un aumento de 59,2 millones respecto al ejercicio anterior (4,08%), motivado principalmente por el aumento de los beneficios en el IVA y el IRPF. Entre ambos, suman una variación de 55,3 millones. Se trata no obstante de un sistema tributario muy similar al del ejercicio anterior, por lo que salvo algunas excepciones no hay grandes novedades. Es el caso de la deducción por maternidad y paternidad o las ayudas al alquiler para jóvenes que entraron en vigor el 1 de enero de 2019, y que tendrán su efecto real en el ejercicio presupuestario de 2020.

Prácticamente uno de cada cuatro euros de incentivo fiscal se produce en el IRPF, lo que supone 408,7 millones anuales, 24,3 más que en 2019. Un aumento del 6,34% relacionado sobre todo con las deducciones por trabajo (21,3 millones), y que se debe a una mejora de la deducción para las rentas menores de 17.500 euros, así como a un aumento del número de declarantes como consecuencia de la mejora del empleo.

Entre las novedades de este año destaca también la nueva deducción por la prestación de maternidad y paternidad aprobada para los nacimientos posteriores a 2019 (los nacimientos entre 2015 y 2018 se compensarán en la declaración de la renta de 2021). La medida tendrá un impacto presupuestario de 7,4 millones. También aumenta la exención por reinversión en vivienda habitual en 1,9 millones, un 25,85% más.

Por contra, se reducen los incentivos a los planes de pensiones, que presentan una variación negativa de 4,6 millones (-11,80%) como consecuencia de las medidas aprobadas la pasada legislatura. También se reduce la deducción por pensiones, en 2,1 millones (-15,30%), debido a la subida de las pensiones, lo que hace que las ayudas a las rentas más bajas sean menos necearías. Otras de las deducciones que se reduce es la de vivienda habitual (un millón menos) como consecuencia de la derogación de la deducción y la paulatina finalización de las inversiones.

De esta forma, en lo que se refiere al IRPF, los tres conceptos de mayor importancia siguen siendo la deducción de la cuota íntegra por rendimientos del trabajo (241 millones), la deducción por vivienda habitual (55) y las aportaciones al Sistema de Previsión Social (plantes de pensiones) con 34 millones.

Impuesto de sociedades En lo que se refiere a las empresas, los beneficios fiscales se mantienen en línea con los años anteriores, con una suma de 122 millones, el 8% del total de incentivos tributarios. El aumento respecto al año anterior es de medio millón (0,46%) debido a que la normativa no contempla cambios.

No obstante, atendiendo a estos datos reales, se observan algunos cambios de calado. Es el caso de la deducción por inversión I+D+i, que se reduce en 8,2 millones (-23,91%), debido sobre todo a la irregularidad con la que las empresas realizan este tipo de inversiones, y que en base a los datos reales, estaba sobreestimada en el ejercicio anterior. También se reduce la deducción por creación de empleo en 789.000 euros (-15,28%), en parte debido a que desde 2018 el incentivo se limita a la creación de empleo estable y bien remunerado (2,5 veces el SMI).

La evolución de ambos apartados queda compensada por la variación positiva que presentan el resto de elementos del Impuesto sobre Sociedades, lo que deja un efecto casi neutro respecto al presupuesto precedente. De esta forma, los elementos con mayor peso siguen siendo la deducción por inversiones (41,3 millones), la deducción por I+D+i (26,2) y los tipos especiales (24,6)

En cualquier caso, la mayor parte de los incentivos fiscales continúan en los impuestos al consumo, que suponen el 61,3% del total (927 millones). La mayor parte corresponde al IVA, cuyos beneficios fiscales ascienden a 831,2 millones. En comparación con el presupuesto del año 2019, significa un aumento de 31 millones, (3,88%). En lo relativo al resto de impuestos, se mantiene una línea continuista en el Impuesto del Patrimonio (la exención por el patrimonio empresarial no entrará tendrá efectos en 2021), y se reducen los incentivos sobre sucesiones y donaciones, que lo que supone una disminución de 1,4 millones (-13,40%).