Pamplona - Tras varios intentos electorales fallidos y sin representación institucional en Navarra, Vox ha optado por renovar su dirección en busca de un espacio electoral que por ahora no logra consolidar. El partido de extrema derecha celebró ayer un acto en Baluarte para presentar a su nuevo presidente, Emilio Jiménez Román. Un militar andaluz que lleva 40 años en Navarra, y que animó a los suyos a no tener complejos y a “salir de las catacumbas”. “No somos tibios. Las cosas claras. No tenemos miedo a decir lo que somos y lo que pensamos, a llevar la bandera de España”, argumentó.

Lo hizo en un acto de exaltación nacionalista que apenas reunió a 300 personas, dos tercios del auditorio pequeño de Baluarte. Eso sí, con una bandera española por asiento, continuos vivas a España, al Rey y a la Guardia Civil y, por supuesto, mucha música patriótica para calentar el ambiente con la banda sonora habitual del partido ultra, del himno de la Legión al de la Guardia Civil. “No sé si soy de derechas, pero sé que soy español”, explicó el nuevo líder del partido en Navarra a modo de resumen de su ideario.

Un discurso que de momento no ha tenido recorrido en Navarra, frenado por las llamadas al voto útil y la unión en Navarra Suma de toda la derecha. Pero que el partido quiere corregir ahora con el mismo rumbo, convencido de que son todos demás quienes llevan “el paso equivocado”. “Dicen que votar a Vox es tirar el voto, cuando llevamos 40 años tirando el voto con ellos”, defendió Jiménez en una intervención tan desordenada como confusa.

Nada que ver con la del secretario general y número dos del partido, Javier Ortega Smith, un agitador de masas profesional que calentó el ambiente con duras críticas a los medios de comunicación, a quienes acusó de crear una imagen falsa de Vox como partido xenófobo, machista y reaccionario. Justo después de haber acusado a los jóvenes inmigrantes de recurrir al narcotráfico y a la prostitución, de cargar contra la libertar de cátedra educativa porque “busca el adoctrinamiento LGTBI” y de pedir la ilegalización de los partidos independentistas.