voto. Tres meses “y veinte días después” de su marcha de la política, Albert Rivera reapareció con un apoyo, si no explícito, lo suficientemente claro a Inés Arrimadas como presidenta del partido. El exlíder de Cs compareció, a una semana de las primarias, para anunciar su fichaje como presidente del despacho de abogados, justo el día en que se supo que Arrimadas había recabado el 78% de los 355 delegados de la asamblea extraordinaria. “No hay que ser un lince para saber lo que pienso de Arrimadas. Mi voto es un secreto a voces”, dijo.