- La Comisión Europea ha pedido a los estados miembros que el cierre de la frontera exterior de la Unión Europea que se disponen a acordar en las próximas horas no impida a los refugiados que llegan a las puertas del territorio europeo pedir protección internacional.

“En nuestra recomendaciones a los jefes de Estado y de Gobierno nos referimos a ello de manera muy específica diciendo que recomendamos que las restricciones temporales no se apliquen a quienes necesitan protección internacional o tienen otra razón humanitaria” para pedir asilo, indicó en una rueda de prensa ayer en Bruselas el portavoz comunitario de Interior, Adalbert Jahnz.

El Ejecutivo comunitario pidió el lunes a los Veintisiete que se prohiba la entrada a los extranjeros no residentes en la Unión Europea durante al menos un mes, como medida para tratar de frenar el contagio masivo del virus COVID-19.

Se trata de una acción que tendrá exenciones para diplomáticos, transportistas y médicos e investigadores, entre otros, y que Bruselas ha pedido que no impida el acceso a las solicitudes de asilo por parte de refugiados.

De manera general, añadió el portavoz comunitario, las medidas que pongan en marcha los gobiernos europeos para contener el contagio del coronavirus deben “estar basadas en evaluaciones de riesgo y opiniones científicas” y ser “proporcionadas”.

Asimismo, toda restricción debe respetar el principio de non-refoulement, en referencia al no realizar devoluciones en caliente, y cumplir con las obligaciones para con el Derecho internacional.

Además del cierre de la frontera exterior de la Unión Europea, varios países han restaurado los controles interiores en el espacio Schengen para cerrar también el paso en su frontera interior.

Las reglas del Código de fronteras Schengen para la libre circulación en este espacio obligan a los países que reintroducen controles temporales en la frontera interior a notificar esta medida al Ejecutivo comunitario y a informar al resto de socios. Bruselas puede evaluar después la aplicación de las normas pero no puede frenar al Estado miembro de imponer estos controles.

Las normas del código Schengen permiten a los Estados miembros reintroducir controles en la frontera interior con carácter temporal y si responde a una “amenaza grave para el orden público o la seguridad interior”. Este refuerzo puede aplicarse durante un periodo inicial de diez días prorrogable hasta un máximo de dos meses.

Aunque esta definición no menciona el riesgo que plantea una pandemia, desde Bruselas han explicado en las últimas semanas que las crisis de salud pública encajarían en el supuesto de amenaza para el orden público, abriendo así la puerta a los países a tomar medidas por el coronavirus, aunque la Comisión haya insistido hasta ahora que no veía necesario ni eficaz el cierre de fronteras.

Denuncia. Oficiales de la Policía griega, en colaboración con hombres armados sin identificar, devuelven a migrantes que intentan acceder al país desde Turquía por la frontera terrestre del río Evros sin posibilidad de que soliciten asilo, según denunció ayer la ONG Human Rights Watch (HRW). La ONG aseguró en un comunicado que la Policía helena, además de detener y realizar devoluciones en caliente a Turquía, ha actuado de forma violenta contra estos migrantes, asaltándolos, desnudándolos y robándoles todo lo que llevasen encima. HRW denunció que esta política migratoria se está llevando a cabo bajo el auspicio de la Unión Europea (UE).