- Una de las consecuencias inmediatas que deja la pandemia en Italia, el país europeo más golpeado por el virus, es el aumento de desafección con el proyecto comunitario. El 49% de los italianos votaría a favor de abandonar la UE, 20 puntos por encima que cuatro meses atrás, según una encuesta de Tecnè. Mientras el euroescéptico Salvini busca su hueco en la crisis, los todavía más a la extrema derecha Hermanos de Italia suben en las encuestas.

Giuseppe Conte, primer ministro italiano, es uno de los líderes europeos que más referencias emocionales emite sobre la Unión Europea en medio de la crisis global del coronavirus. "La UE se la juega", "tiene una cita con la historia de la que no puede fallar" o su "existencia está en peligro" son algunas de las advertencias que el premier transalpino lanza en los medios europeos durante la última semana.

Y no es casualidad. La pandemia del coronavirus está teniendo su mayor impacto emocional sobre el proyecto comunitario en Italia, el país europeo más golpeado por el virus. Una encuesta del Instituto Tècne estima que el 49% de los italianos votarían a favor de irse de la UE en un hipotético referéndum -en noviembre eran el 29%-. Frente al 51% que optaría por seguir dentro del bloque comunitario. Otro sondeo liderado por Dire revela que el 88% de los italianos sienten que Europa no está ayudando lo suficiente a su país en esta crisis, mientras que el 67% ver la permanencia en la UE como una desventaja.

El país transalpino fue el primero Estado de Europa en sentir los coletazos del COVID-19. Líderes como Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, o Emmanuel Macron, presidente de Francia, han reconocido que la crisis pilló a los países europeos con el pie cambiado y con falta de material. Tardaron en reaccionar y el que más lo sintió fue Italia.

La jefe del Ejecutivo comunitario pidió perdón a Roma. "Podría haberlo hecho antes. Todo lo que estamos recibiendo de Europa son palabras y humo: nada sustancial", escribía en respuesta Matteo Salvini, líder de la ultraderechista Liga. El asesor económico del partido ultra llegó a colgar en Facebook una fotografía de un soldado nazi junto a la frase Alemania es tu amigo (€) El tiempo pasa, pero las prácticas son las mismas".

La formación de Salvini continúa de cabeza en las encuestas, pero Hermanos de Italia, más en la extrema derecha que la Liga, ya se posiciona como segunda fuerza política. Antes de la irrupción del coronavirus, la Liga luchaba por forzar unas elecciones anticipadas aprovechando los vientos de cara en las encuestas. Pero la crisis está dejando desubicado al exministro de Interior. Su formación gobierna la región de Lombardía, que es de las más sacudidas en Europa por el COVID-19. Hermanos de Italia, sin embargo, no se encuentran en ningún Gobierno, por lo que están aprovechando el momentum para hacer una oposición cómoda y dura comiendo el terreno de la Liga.

Por su parte, el primer ministro Conte, reconvertido en político a la fuerza, también ha aumentado su popularidad por la gestión de la pandemia. En términos europeos, Italia se ha convertido en el país de referencia en oposición a la ortodoxia de los frugales. De momento, ha aceptado el acuerdo del Eurogrupo que plantea la utilización del MEDE, el fondo de rescate creado en la crisis de 2008.

Este mecanismo crea mucha tensión y polémica en Italia, que se dirige a una de las peores recesiones del último siglo. Conte ya ha advertido de que no acudirá y abogará en la cita del próximo 23 de abril por conseguir los llamados coronabonos.

Sin embargo esta opción apenas es tangible. Todavía no cuenta con el apoyo de suficientes capitales para que salga del escenario utópico. El fracaso en torno a los coronabonos amenaza con aumentar todavía más la desafección de los italianos por las instituciones comunitarias. La canciller alemana Angela Merkel así lo advirtió en 2012: "No habrá mutualización de deuda mientras yo viva".

Durante las elecciones de 2018, Italia se convirtió en el primer Estado fundador en votar en las urnas a favor de una mayoría euroescéptica con el Gobierno frankenstein formado por la ultraderechista Liga y el antiestablishment Movimiento 5 Estrellas. Los grillinos cambiaron de aliado poco después y dieron la mano al Partido Democrático.